Las atracciones, barracas y demás puestos de la Pascua comienzan su montaje para abrir el próximo domingo.
Pese a los intentos por evitarlo, al final las caravanas se quedan en parte de los terrenos de Dodro.
De un lado, Padrón. Del otro, Dodro. Y, en medio, las caravanas de las atracciones de la Pascua, «las que pagamos el pato de todos», dice el titular de una de ellas. «Nosotros no sabemos si el terreno pertenece a uno u otro ayuntamiento, pero tendremos que ir a donde nos mandan ir», añade otra persona del gremio.
Hasta las cuatro de la tarde de ayer, el Concello de Padrón mantuvo cerrado al tráfico y al estacionamiento la zona de O Ribeiro, al lado del río Sar, para dejar el paso libre a las caravanas que no entraron el domingo para quedar instaladas en la zona del antiguo cauce del Sar, en los límites de Padrón y Dodro. Entretanto, el Campo do Souto y las inmediaciones de la piscina y el centro de salud se llenaron ayer de atracciones, barracas, pulperías y demás puestos de la Pascua para los que comienza el montaje de los aparatos con una fecha a la vista: abrir el próximo domingo, el primer gran ensayo para lo que ya serán los días de Pascua. Los feriantes fueron los primeros sorprendidos por la situación que se encontraron cuando llegaron, aunque no los únicos. En la calle, numerosas voces comentan el «espectáculo», «escándalo», «follón» o «caos», entre otros calificativos, que protagonizan Padrón y Dodro a cuenta del deslinde, ilustrado en una máquina abriendo una zanja un día y otra cerrándola al otro.
LA VOZ DE GALICIA, 23/03/10
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