Una campaña irregular dejó con sabor agridulce a los valeiros.
Catorce embarcaciones de la agrupación de valeiros de Pontecesures suministran este año las 310 lampreas que serán cocinadas para la fiesta gastronómica de mañana. Hoy a primera hora de la mañana, los pescadores cesureños entregarán los ciclóstomos a las cuatro cocineras encargadas de la preparación de las raciones a la bordelesa.
Esta misma semana, el 15 de abril, finalizó la campaña de pesca de este pez en el Ulla. Fueron tres meses y medio en los que las embarcaciones salieron a faenas en busca de este producto tan apreciado por muchos paladares. Aunque las llulvias del invierno hacían presagiar una buena campaña de pesca, los comienzos no fueron, ni mucho menos, los esperados, ya que el garn caudal que llevaba el Ulla y la fuerza del agua hacía muy difícil trabajar en el cauce y prácticamente imposibilitaba la captura de ningún ejemplar, llegando incluso a dañar los aparejos de los marineros. De hoecho, hubo que esperar 7 días para que aparecieran en las nasas de los valeiros las primeras lampreas. A partir de ahí la campaña se desarrolló de forma irregular, con épocas de buenas capturas y otras de total escasez del producto.
Antonio Pesado, presidente de la agrupación de valeiors confirma esta circunstancia. «As condicións parecían boas», antes del inicio de la campaña, «pero primeiro pola auga que levaba o río non se pescou, levaba o río non se pescou, despois o tempo non daba clareado e a lamprea deixou de subir a metade de campaña», lo que provocó que en tres semanas «non se pecase case nada. Os barcos collían un ou ningún exemplar», comenta, comenta. En los últimos 15 días la situación mejoró, «o vento púxose de norte e as embarcacións recolleron unhas vinte lampreas cada unha. Ademais era peixe bo». Pesado lamenta que «agora que se estaba a pescar ben, rematou a campaña».
De lo que se felicita el presidente es del acuerdo alcanzado con el Copncello para que sean los valeiros cesureños los que suministren la lamprea de la fiesta, algo que no courre en algunas ocasiones ya que «houbo anos nos que non se chegou a acordos no prezo, que era moi baixo, outras campañas a lamprea era moi pequena e non servía para a festa….» explica, pero en esta ocasión está garantizado que todo el producto que se sirva será pescado en el Ulla.
Lo que desgraciadamente empañó la recta final de la campaña de la lamprea fue el fallecimiento hace unos días de dos valeiros, José Manuel Agrasar Castrelo y José Ramón Barreiro Portas. «Foi un pao moi duro para os compañeiros. Deixóunos a todos baixos de moral porque eran persoas moi queridas no pobo. Algúns, nestes últimos días xa non quixeron seguir traballando», puesto que, además, a la mayoría de los valeiros les unen lazos familiares. En memoria de los dos se guardará un minuto de siliencio.
DIARIO DE AROUSA, 17/04/10
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