Andrés Quintá afirma que las obras de la variante de Padrón hacen peligrar la Horta dos Cortizos.
El propietario pide amparo a la Xunta para proteger el conjunto etnográfico
El trazado de la variante de Padrón, cuya ocupación de terrenos por parte del Ministerio de Fomento se producía hace unos meses, ha creado malestar entre algunos de los propietarios afectados.
Y es que las obras se llevan por delante parte de algunos de los paisajes singulares de la zona. Así lo denuncia uno de los afectados, el empresario iriense Andrés Quintá. El fundador de Extrugasa denuncia que las obras de la variante han destruido «de forma irreversible» una robleda de varios siglos de antigüedad.
Quintá recalca que cuando fue advertido del inicio de la obra ya era tarde, pues se encontró con que habían arrasado este paraje natural, pero logró paralizar «in extremis» las labores de relleno en su propiedad, la Horta dos Cortizos, que conllevarían además acabar con un conjunto etnográfico singular «de gran interés patrimonial», dice.
Así lo recoge el estudio histórico-artístico elaborado por la empresa Etnoga Patrimonio Cultural, sobre la Horta dos Cortizos, situada en Arretén (Iria). El informe recalca que este espacio posee un gran valor etnográfico.
La propiedad cuenta con un molino de agua y con una infraestructura ancestral destinada a la elaboración del lino. Está integrado por una casa «construida en cachotaría e con cantaría no enmarque dos vans, destacando unha cruz que posúe inscrita nunha das xambas das portas»; una era empedrada y una fuente. El conjunto está datado entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, «e coincidiría coa época de esplendor do Hostal Real ao que, segundo a familia, vendían sábanas de liño», recoge el informe. Amén de todo esto, el lugar también era conocido por su actividad apícola y la venta de cera a los cereiros de Bastavales.
EN EL PLANEAMIENTO.
El estudio apunta que la Horta dos Cortizos sufrió hace años un atentando como consecuencia de las obras de la AP-9 «pero non sacrificou a existencia dos bens». Bienes que con la construcción de la variante sí serían sepultados definitivamente. Por todo ello pone de manifiesto la necesidad de proteger estos bienes y de incluirlos en el PXOM e inventario local.
Pero Quintá va más allá y señala, en una misiva remitida al titular de la Xunta de Galicia, que la empresa que realizó la valoración de impacto para Fomento «no contempló estos bienes etnográficos». Y pese a que la obra la promueve Fomento, Quintá pide amparo a la Xunta de Galicia para frenar «estos despropósitos».
El empresario también remitió un escrito al Concello poniendo en su conocimiento estos hechos y solicitando que éste se dirija a Patrimonio.
EL CORREO GALLEGO, 18/12/10
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