Padrón se queda sin Purgatorio.
Ramona Vaamonde y su madre llevan más de medio siglo detrás del mostrador de Purgatorio.
La última taberna de la villa cierra el día de fin de año
Con el cierre el último día de año del bar Purgatorio de Padrón, también conocido como la de Nardo, la capital del Sar se queda sin una de las últimas, o quizás, la última taberna o tasca tradicional de cuantas llegó a tener. La persona que lo regenta, Ramona Vaamonde, decide echar el cierre después de toda una vida detrás del mostrador y lo hace con «mucha pena», pero hay razones familiares que pesan mucho.
Durante medio siglo, por el establecimiento situado en la rúa Nova pasaron varias generaciones de familias que, más que clientes, son «amigos», asegura Ramona.
Entre ellos, padroneses, convecinos y turistas que encuentran en el Purgatorio un buen pulpo, una excelente tortilla de patatas y, por supuesto, los pimientos de Herbón en temporada. Clientes que ya hablan con pena del cierre del Purgatorio y más todavía aquellos que tuvieron la oportunidad de tapear por otros dos establecimientos con nombres singulares, que no resistieron el paso del tiempo hasta ahora como el Purgatorio y que forman parte de la historia popular de Padrón: O Inferno, situado en la calle Rosalía de Castro, y el Gloria, el actual Bar Galicia.
Años antes a la apertura de estos tres locales, los bares de Padrón se decantaban por nombres de pájaros y muchos recordarán el Moucho, el Morcego, ya cerrados, el Cuco o los Carrizos, estos dos aún abiertos, entre otros. Tras O Inferno, la Gloria y O Purgatorio, los locales de la capital del Sar eligieron nombres no menos curiosos como la Capilla, los Monaguillos o el Paraíso, este último regentado por el hermano de Ramona, que está muy agradecida por el trato recibido siempre por su clientela, que define como «muy buena y muy fiel», tanto que «siempre nos mimó», cuenta emocionada la última tabernera de Padrón.
LA VOZ DE GALICIA, 28/12/11
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