Herbón no quiere quedar sin misa los domingos.
Herbón no quiere quedar sin misa los domingos en la iglesia parroquial, como sucedió el pasado día 12. Debido a la baja por enfermedad del cura párroco de Herbón, Anacleto Domínguez, el arcipreste de Iria, Roberto Martínez, colgó un aviso en la puerta de la iglesia en el que comunica que, de forma «circunstancial y hasta el restablecimiento e incorporación del párroco Anacleto, o en su caso en la búsqueda de otra solución satisfactoria, no habrá misa» los domingos en la iglesia parroquial de Herbón, «por falta de sacerdotes que puedan asumir esa carga debido a los compromisos que tienen ya encomendados».
En ese aviso informativo se recuerda, además, y destacado en color rojo, que se celebra una misa en la iglesia del convento de los Padres Franciscanos de Herbón, los domingos a las seis de la tarde. Asimismo, se anotan los cultos que se celebran en los distintos templos de Padrón (la iglesia parroquial, el convento del Carmen y la Capilla de la Orden) en la jornada del domingo.
No obstante, muchos vecinos de Herbón han expresado públicamente su «malestar» por el hecho de que no haya misa en la iglesia de la parroquia los domingos, en la que se celebra a la una y media de la tarde. «Ninguén quere quedar sen a misa no domingo», dice uno de ellos. Por ello, incluso han hablado de unirse y «facer algo» para que la parroquia no quede «desatendida», como hablar, primero, con el propio arcipreste.
No obstante, el propio cura-párroco de Herbón confirmó ayer que «cuando esté un poquito mejor iré a decir la misa». Anacleto Domínguez también ratificó lo que el arcipreste indicó en el aviso, que «no hay curas para hacer sustituciones y no los habrá «para una temporada».
Se da la coincidencia, además, de que varios sacerdotes de las parroquia del arciprestazgo de Iria-Flavia han enfermado al mismo tiempo, con la consiguiente sobrecarga de trabajo para los que están en activo y de ahí decisiones como las de dejar algunas iglesias sin culto, incluso en domingo, pese al malestar de los feligreses.
La Voz de Galicia
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