Otra oleada de robos de joyas, monedas antiguas, comida y cobre sacude a la villa.
Una de las arquetas en la que cortaron el cable eléctrico
Pontecesures vive inmersa desde el sábado en otra oleada de robos, la enésima que padece el municipio. Al menos cuatro denuncias recibió la Guardia Civil desde el fin de semana por hurtos en domicilios, galpones y en la propia calle. Y esto a pesar de que, según el teniente alcalde y concejal de Obras, Ángel Souto, ??a Garda Civil incrementou as patrullas pola zona. Hai máis presenza policial, pero ou poñen a un axente en cada porta ou non hai forma de evitar os roubos?, reflexiona. ??Nós seguimos solicitando sempre a máxima vixilancia no municipio? y, aún así, ??parece que os ladróns a teñen emprendida con Pontecesures?.
En la jornada del sábado fueron tres las acciones delictivas perpetradas en la villa del Ulla. En una vivienda de Infesta los ??cacos? forzaron la puerta principal, rompieron el cristal y la manilla de un pórtico y, una vez en el interior, se hicieron con un valiso botín: una colección de monedas y billetes antiguas, algunas de hace unos 150 años, además de joyas de brillantes y oro. Cadenas, medallas, sortijas, relojes… se llevaron todos los objetos de valor que encontraron e incluso el mando a distancia del garaje y una copia de las llaves del vehículo del propietario del inmueble. No se quedó ahí la cosa porque otro cesureño acudió al cuartel de Valga para denunciar que unos desconocidos forzaron la puerta trasera de un galpón anexo a su casa, del que sustrajeron gran cantidad de comida que se guardaba en un congelador y alimentos que estaban desalándose. Fue también el sábado, al igual que un tercer robo en el bar Chaves, emplazado en la calle Ullán. En este establecimiento los ladrones forzando con un destornillador o herramienta similar una ventana trasera. Hurtaron la recaudación de la máquina tragaperras, una consola Nintendo y una cartera que, además de dinero, contenía varias tarjetas y documentación.
Cable eléctrico
Para rematar esta vorágine de delicuencia, una llamada de un vecino de la Avenida de Arousa al concejal de Obras sobre las 20 horas del lunes, alertando sobre una avería en el alumbrado público de esa calle, permitió descubrir otro robo, en este caso de cable eléctrico. ??Chamei á empresa? encargada del mantenimiento, Doselco, que en un primer momento creyó que se trataba de una avería. ??Encontramos toda la calle sin luz, a pesar de la existencia de corriente en el cuadro general?, dice el informe de la compañía. Tras una primera reparación de urgencia, que permitió reponer el alumbrado en casi toda la calle con excepción de cinco farolas, postergaron el resto de trabajos para ayer, para tener así mayor visibilidad. ??Ao ver as arquetas esta mañá (por ayer) déronse conta que alguén as abrira?. Estaban manipuladas y ??alguén cortara o cable de terra?, explica Souto Cordo. Los ladrones de cobre se llevaron 400 metros de cable de unos 10 milímetros de grosor, pero no pudieron completar su ??trabajo?. El resto de cables del alumbrado lo habían cortado en tramos, pero no les dio tiempo a sacarlo.
Por eso, Ángel Souto sospecha que cuando los operarios de Doselco acudieron el lunes a reparar la avería los ladrones estaban aún en la zona. ??Debían estar por alí. Déronse conta de que ían a arranxar a luz e marcharon?, dice el edil, que comenta que los daños pudieron ser mayores. El cable robado, junto con la mano de obra para su reposición, costará unos 1.200 euros, pero ??se chegan a levar o outro cable de maior sección os perxuízos chegarían aos 5.000 ou 6.000 euros?.
Diario de Arousa
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