Informática exprés para los valeiros de Cesures.
Mar les entregará un ordenador y una impresora para que expidan sus etiquetas.
Se acerca la campaña de la lamprea. En cuanto arranque enero, a no ser que la burocracia lo impida, los valeiros de Pontecesures podrán lanzar sus butrones al río para intentar capturar un pescado apreciado desde la época de los romanos. Este año, la captura de esta especie está sujeta a novedades: la Xunta decidió poner orden en este particular mundo, a caballo entre el mar y el río, y organizar un sistema para controlar las ventas de este producto.
La primera intención de la Administración era conseguir que los valeiros llevasen sus capturas a la lonja de Carril. Sin embargo, esa posibilidad se reveló desde un principio poco viable. ¿La razón? «Se levamos a lamprea á lonxa non vai ter compradores», explica Antonio Pesado, el presidente de la asociación de profesionales que trabajan en el Ulla. Los clientes de esta flota son los restaurantes y particulares afincados en las orillas del río.
Así que se buscó una solución alternativa. Para que la lamprea pueda ser convenientemente etiquetada y dotada con guías, y la facturación por primera venta quede registrada, la Xunta aceptó habilitar un punto de expedición en Pontecesures. El lugar es una sala anexa a la plaza de abastos, un local municipal que el Concello, explicaban ayer los valeiros, ha cedido para su uso durante los meses de campaña.
Allí se instalará un ordenador y una impresora que los propios profesionales tendrán que manejar para emitir la documentación que se les exige. La operación no debería ser complicada. «Se fose como os ordenadores das lonxas, que son de pantalla táctil, sería fácil. O problema é que parece ser que nos van mandar un ordenador normal cunha impresora… A ver se nos apañamos entre nós», explicaba ayer, con cierta sorna, el presidente de los valeiros.
Confiando en ser capaces «entre todos» de superar los problemas que pueda plantear la tecnología, los pescadores cesureños están pendientes de que la Consellería de Medio Ambiente emita las autorizaciones que les permitan hacerse al río cuando el año 2015 esté aún amaneciendo. Es lo habitual, y este año la Xunta les ha dicho que la campaña seguirá «máis ou menos coma sempre». Los cálculos que manejan es poder echar los butrones al agua el viernes día dos de enero, y con ese horizonte prepararán las nasas, revisarán las mallas y pondrán los precintos.
La Voz de Galicia
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