El trazado de la variante afecta a una docena de viviendas en Valga.
Los vecinos afectados acudieron el sábado al pleno para comprobar los planos.
El alcalde Bello Maneiro ya ha pedido una entrevista con la ministra Ana Pastor.
El trazado de la variante a la carretera N-550 en Pontecesures y Valga ha levantado ampollas en ambos municipios. No es de extrañar. Solo en territorio valgués, la alternativa elegida por Fomento, la número cuatro, afecta a una docena de casas y a siete naves y cobertizos -algunos de ellos de usos domésticos, otros con actividad industrial-. Los propietarios de esos inmuebles son los principales afectados por el proyecto del Ministerio, pero no son los únicos. El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, insistía ayer en que el trazado causará serios prejuicios a todo el municipio.
Son varios los argumentos en los que el Concello sustenta su rechazo a la propuesta de Fomento. En primer lugar, el trazado afecta a seis núcleos rurales de la localidad. No solo alcanza a construcciones: también coarta el crecimiento de esas zonas, según recordaba ayer el alcalde valgués. Se trata, en concreto, de los lugares de Fontenlo, Cedelo, San Miguel, Campo, Desabanda y Medela.
El camino elegido para la variante supondrá, en la práctica, «que o pobo quede partido en dous», ya que para mantener una cota razonable será preciso construir viaductos, realizar desmontes y, sobre todo, acometer rellenos que se convertirán en auténticos muros. Todos estos elementos constructivos no solo dividirán en dos la localidad, si no que, además, afectarán a su red viaria. «Carreteras como a que estamos arranxando agora mesmo coa Deputación, dotándoa de beirarrúas e de servizos, quedarán cortadas», explicaba ayer el alcalde José María Bello Maneiro.
El primer edil, del Partido Popular, insistía ayer en que «quedei con cara de tonto» cuando comprobó que la elección de Fomento era la alternativa 4 y no la 1, que había sido respaldada en su día tanto por el ayuntamiento valgués como por el de Pontecesures. Bello Maneiro no se explica esa elección, y no entiende tampoco por qué el director general de Infraestructuras, con el que mantuvo una reunión en octubre, no le comunicó los planes que tenía su departamento para la carretera por la que Valga llevaba tanto tiempo esperando.
El alcalde no parece dispuesto a volver a hablar con un interlocutor por el que se ha sentido engañado, y por eso ha solicitado ya una entrevista con la ministra Ana Pastor para exponerle la rotunda oposición del municipio valgués a que la nueva carretera destroce todo a su paso en Valga. El mensaje que llevará el regidor es claro y contundente: el concello solo aceptará la ejecución de la alternativa 1.
La Voz de Galicia
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