Morison, Sieiro y Bernárdez cierran el Europeo de Rumanía rozando tres medallas.
La cesureña se quedó a 4 décimas de segundo de firmar doblete en el K-1 500 Juvenil tras su plata en el K-2 1.000 del sábado.
El piragüismo pontevedrés quedó ayer muy cerca de ampliar su medallero en el Campeonato de Europa Juvenil y Sub-23, que el sábado abrían en las aguas rumanas de Baskov las palistas del Náutico Pontecesures Camila Morison y Raquel Dacosta con su subcampeonato en el K-2 1.000 Juvenil.
La propia Camila estuvo a punto de disfrutar en la jornada de clausura de un doblete, que se le escapó por 408 milésimas de segundo. Las que la separaron del tercer puesto firmado por la serbia Marija Dostanic en la final del K-1 500 Juvenil. Una regata con la húngara Noémi Pupp proclamándose campeona en 1.57,812, y la danesa Pernille Knudsen subcampeona en 1.57,932, seguidas por Dostanic en 1.58,796, la rusa Arina Anoshkina en 1.58,956 y la cesureña Morison quinta en 1.59,204.
Más cerca todavía estuvieron de la medalla los canoístas del Piragüismo Poio Adrián Sieiro y Álex Bernárdez en las finales del C-1 200. En la Sub-23 Sieiro acabó quinto en 39,972, a 2 décimas del lituano Henrikas Zustautas, bronce, y 756 milésimas de segundo del campeón, el bielorruso Hleb Saladukha. Cinco horas antes Sieiro fue octavo en la final de C-1 500 Sub-23. Bernárdez, por su parte, acabó quinto en el C-1 200 Juvenil a 352 milésimas del búlgaro Angel Kodinov, bronce, y 1,784 segundos del título. Fue seis horas después de finalizar cuarto en la final del C-1 500 Juvenil, pero aquí ya a 1,2 segundos del podio.
En las finales B juveniles, el ribadumiense Borja Bejo ganó la regata del K-2 200, Raquel Dacosta fue segunda en K-1 200, e Iago Monteagudo, meisino del C.N. Pontevedra, quinto en la de K-2 500.
La Voz de Galicia
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