Un aficionado a la cantería levanta un bonito edificio de piedra que se convirtió en el restaurante padronés A Casa da Corredoira.
Hecho íntegramente en granito, cuenta con una espectacular terraza exterior al borde del río.
Un enamorado de la cantería decidió ocupar su tiempo libre construyendo la casa de sus sueños. Y vaya si lo hizo. Fueron ocho años muy bien empleados porque su obra recibe cada día mil elogios. Situada a las afueras de Padrón, justo en donde empieza el doble carril antes de A Escravitude, en dirección Santiago, llama la atención por sus balaustradas y un atractivo diseño que simula al de un antiguo pazo.El precioso edificio de piedra, que cuenta con un amplio aparcamiento delante, se convirtió el pasado 20 de diciembre en el restaurante A Casa da Corredoira, que dirige José Varela en compañía de su hijo Kiko. Después de unos inicios titubeantes, en la actualidad dispone de un gran profesional en la cocina que ofrece sobre todo carnes a la parrilla y pescados, pulpo y mariscos, a lo que suma un menú del día y las comidas de grupos. Además, diseñó un menú especial por la fiesta de Pascua.El atractivo del edificio no se queda entre las cuatro paredes. El comedor, apoyado en dos grandes columnas de granito y con un atractivo ventanal que comunica con la zona de barra, tiene capacidad para sesenta comensales y está atendido por un equipo de sala. Y lo mejor está en el exterior, en donde sorprende con una atractiva terraza con grandes mesas de piedra y bancos situada al borde de un río que ofrece a los clientes de este restaurante el murmullo de sus aguas.
El Correo Gallego
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