Tres alcaldes y un topónimo.
El alcalde de Valga conocerá en junio a los regidores de otros dos pueblos que llevan ese mismo nombre.
Acababa de estrenarse el año cuando Kalev Härk apareció por sorpresa en el Concello de Valga. Aunque era por la tarde, se tropezó en la casa consistorial con Bello Maneiro, al que le explicó que los dos tenían algo en común: ambos habían sido elegidos por sus vecinos para llevar las riendas de una localidad llamada Valga. Uno en Galicia, otro en Estonia. Aquel feliz encuentro acabó en promesa: la de estrechar puentes entre dos localidades muy alejadas, tanto geográfica como culturalmente.
Y el alcalde de la ciudad Estonia ha cumplido su palabra. A la Valga gallega ha llegado una invitación. Aprovechando que a principios de junio se cumplen los 730 años de la fundación de la ciudad que dirige Härk, este ha requerido la presencia del regidor del Baixo Ulla en los actos de conmemoración. Y ojo, porque aún habrá en la cita un tercer alcalde de Valga. Se trata del regidor de la ciudad letona de Valka, separada de la villa estonia por el río Pedel. Ambas Valgas fueron una hasta el año 1920, cuando, tras el final de la Gran Guerra, se decidió cortar la ciudad en dos.
Los actos a los que ha sido convocado José María Bello Maneiro tendrán lugar entre el 10 y el 12 de junio. De realizar el viaje, el regidor gallego podrá comprobar sobre el terreno lo diferentes que son las dos localidades. La Valga de Estonia es una localidad de 13.000 habitantes y con un perfil claramente urbano.
Intercambio estudiantil
Quizás por eso, por representar dos mundos bastante alejados entre sí, los dos municipios decidieron poner en marcha proyectos conjuntos enfocados, sobre todo, a los jóvenes. Como se da la circunstancia de que en ambas localidades funcionan centros de educación secundaria, se puso sobre la mesa la firma de un convenio que permita fomentar los intercambios estudiantiles.
Pero mientras esos proyectos no acaban de cuajar, se van dando pequeños pasos diplomáticos con los que las tres localidades que comparten nombre empiezan a estrechar lazos. El camino no ha hecho más que empezar a ser recorrido.
La Voz de Galicia
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