La plantilla de la Guardia Civil cae a un tercio de su capacidad en Arousa.
Las vacaciones y las vacantes sin cubrir merman las unidades y a sus patrullas.
La llegada del verano acaba de ejercer un efecto a la baja en la mayoría de las siete unidades que componen la compañía de la Guardia Civil en Arousa. Si hace meses su situación saltaba a la luz pública por la falta de cobertura de vacantes, y una reducción de su capacidad de trabajo que en Vilagarcía caía hasta un 50 %, las vacaciones a las que tienen derecho los agentes no han hecho sino empeorar este panorama. La asociación profesional Unión de Guardias Civiles en Galicia no dudó ayer en mostrar su preocupación ante una merma que, aseguran sus representantes, deja la disponibilidad real del cuerpo en apenas un tercio de la que debería ser.
Este fenómeno ha llegado a un punto en el que los guardias están comenzando a realizar patrullas mixtas entre las dotaciones de diferentes cuarteles. Es decir, un agente de Vilagarcía puede salir a patrullar con uno de Valga, en lugar de hacerlo con uno de sus compañeros de puesto. Por la sencilla razón de que su respectivas plantillas no dan para más. La Unión GC pone sobre la mesa un ejemplo elocuente: la semana pasada, durante algún turno, únicamente dos patrullas tuvieron que asumir a su cargo las tareas de seguridad ciudadana en Valga, Pontecesures, Vilanova, Catoira, A Illa y Cambados, un territorio demasiado extenso para tan exigua dotación humana.
La organización profesional matiza que las vacaciones estivales solo agravan unas circunstancias que el resto del año también son difíciles. Las vacantes, indica la Unión, apenas se están cubriendo y el porcentaje de reposición se establece en un 10 % del número de plazas de trabajo. Es decir, si existen cien bajas, solo se cubrirán diez puestos. Un nivel que para los cuarteles más pequeños resulta inapreciable.
Así las cosas, no es extraño que los tiempos de reacción ante episodios que comprometan la seguridad de sus poblaciones de referencia preocupe a los representantes de los guardias. En el territorio de Arousa funcionan siete cuarteles. Tan solo dos de ellos, el de Cambados y el de Sanxenxo, prestan un servicio de atención al público las 24 horas del día. En el resto, una serie de carteles instalados en la parte exterior de cada puesto recomiendan a los ciudadanos telefonear al 062 o, directamente, acudir al cuartel más cercano. Así sucede en Valga, que remite a la población a Vilagarcía solo para comprobar que sus oficinas también están cerradas a partir de mediodía. Pese a intentar recabar la opinión de la Comandancia Provincial, ayer no fue posible hacerlo.
La Voz de Galicia
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