«O problema é a competencia desleal».
Este comerciante lleva desde 1984 vendiendo ropa interior en su puesto de la capital del Sar.
Con la llegada del verano, el mercado ambulante de los domingos de Padrón incrementa su actividad debido a una mayor presencia de público. Si hay un vendedor que lo sabe bien ese es Francisco Romero Alvite que, desde el año 1984, monta en la capital del Sar su puesto de ropa interior. Por ello, este vecino del lugar de Cesantes, en el municipio pontevedrés de Redondela, de 60 años, conoce como pocos la actividad ambulante de la capital del Sar y de otros concellos.
Francisco Romero destacó todos estos años por su lucha contra la competencia desleal en los mercados, de modo que asegura que, en Padrón «noutros tempos houbo certo tipo de control sobre a venda, pero agora mesmo non hai ningún polo que se traballa de forma descontrolada».
Este vendedor ambulante monta su puesto, además, en los mercados de Marín, Baiona, Porriño, Salceda de Caselas y Ponteareas, junto con las ferias mensuales de Redondela. Del mercado de Padrón, considerado el más grande de Galicia al aire libre, cuenta que el volumen de «xente que vai é o de toda a vida; o problema non está na clientela; hai domingos que traballas máis e outros menos, pero o problema é a competencia desleal. ? imposible sobrevivir», asegura.
En su día inició una lucha para que todos los puestos tuvieran a la vista la autorización municipal de venta ambulante y ahora denuncia que los hay que van al mercado «co día gañado», en alusión a aquellos que cobran un tipo de prestación, como la Risga o la jubilación. De ahí el cartel que preside su puesto: «Eu non cobro a Risga. Todos legais, todos iguais».
También considera que el mercado de Padrón podría «enriquecerse» si se volviera a permitir la venta de animales domésticos, que en la capital del Sar «era espectacular», dice, de modo que se podían comprar pollos, gallinas o cerdos. «Canta máis variedade de produtos haxa, máis enganchas ao público», sostiene el vendedor ambulante,. Recuerda que, con la crisis, son muchos los que vuelven a criar para autoconsumo y no quieren comprar los animales por teléfono.
Pese a todo ello, Francisco Romero reconoce que la venta ambulante le gusta: «? o meu medio de vida e por iso o defendo, para que siga existindo cando eu me xubile». Atrás quedan sus primeros años en el mercado de Padrón, cuando este tenía la mitad de superficie y, frente a su puesto, situado junto a la plaza de abastos, estaban las pulperías, que ahora están a un lado del campo de fútbol.
Francisco Romero acaba de dejar la directiva de la Asociación Galega de Ambulantes, tras completar un ciclo de cuatro años. Antes de montar puesto en Padrón en 1984, también vendió en los mercados de Noia y Negreira.
La Voz de Galicia
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