Los precios de la vivienda y del alquiler de los locales son un lastre para Padrón.
Los precios de venta de inmuebles y de alquiler de locales comerciales son un lastre para el crecimiento de Padrón. Un edificio antiguo por 205.000 euros; otro por 275.000 y las piedras que quedan en pie de otro por 100.000. Y el alquiler de un bajo comercial por 1.200 euros, 1.300 o más. Todo ello en Padrón y todo dentro de su casco histórico. «Está todo moi caro, comprar ou alugar, tanto dá», cuentan desde una oficina de servicios inmobiliarios, donde no tienen reparos en reconocer que tienen ventas paradas desde hace años por los elevados precios que piden los propietarios. «A xente tolea a pedir en Padrón», añaden. «Deben pensar que isto é Santiago».
El edificio de 205.000 euros, que necesita una importante reforma interior, tiene una persona interesada en estos momentos, pero muchos otros llevan años sin captar la más mínima atención por su estado y por los precios. «Na rúa do medio hai moitas casas baleiras porque non se venden nin alugan e, se se fai, a uns prezos que non se lle chega», señalan desde la misma oficina.
Un ejemplo de ello es que en estos momentos hay una oferta de 200.000 euros por un bajo de 160 metros cuadrados en esa misma calle, que fue rechazada, al parecer, por un «problema de herencias». Esta es, además, en opinión del experto consultado, una de las razones por las que hay muchas ventas paradas, al no llegar a acuerdos los herederos, aunque también cree que «a xente debe pensar que é a época de antes ou que isto é Santiago».
En la capital del Sar hay locales comerciales sin ocupar porque sus titulares prefieren tenerlos así a rebajar los precios. En muchos casos, esos bajos y los inmuebles en venta no tienen un buen mantenimiento, por lo que no se llegan a vender ni a alquilar, pero si a deteriorar, sobre todo las casas y edificios, algunos de los cuales van camino de la ruina en el casco histórico, con lo que el posible comprador no solo tiene que tener en cuenta el precio de la venta, sino también el de la reforma posterior.
De todo ello sabe un hostelero de la villa que está de alquiler en un bajo en la zona histórica, a razón de 1.200 euros al mes (impuestos incluidos). Y asegura que es de lo más barato que encontró en su día, hace 18 años.
La Voz de Galicia
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