La lamprea esquiva los butrones de los «valeiros» en el inicio de la temporada.
Solo tres embarcaciones largaron los aparejos el primer día en el río Ulla, y ninguna de ellas logró capturas -Esperan los vientos del norte para que la pesca sea más propicia.
Los «valeiros» regresaron con las manos de vacío del primer día de campaña de la lamprea en el río Ulla. Según ellos, las condiciones del curso fluvial y la orientación actual del viento tampoco son muy favorables para esta pesquería, de ahí que no se muestren aún preocupados por la falta de capturas. De hecho, por el momento son minoría los que se han decidido a probar suerte con la lamprea.
El primer día de campaña fue el miércoles, 3 de enero. Entonces, tres de las 14 embarcaciones con permiso para pescar lamprea en el curso bajo del Ulla, largaron las nasas, conocidas como butrones. Durante la jornada de ayer, fueron a recoger los aparejos y comprobar si habían tenido suerte, pero no les había entrado ni una sola pieza. Por ello, un armador ya optó por dedicar el día a otra pesquería, y ayer solo se echaron los butrones desde dos embarcaciones.
El vicepresidente y tesorero de la agrupación de naseiros, que está integrada en la cofradía de Carril, José Barreiro, afirma que la situación no es preocupante porque todavía es pronto para sacar conclusiones. Además, arguye que las condiciones ambientales actuales no son las más propicias para este pez. «El agua está bajando muy turbia, y la lamprea quiere un agua más clara. Y tampoco los vientos son los más propicios. Pero estas lluvias le han venido muy bien al río, y en cuanto el caudal se aclare un poco y lleguen los vientos del norte, pescaremos». De hecho, los valeiros opinan que la presente campaña será buena en cuanto a capturas.
Entre tanto, los marineros se dedican a otras especies, como la volandeira, a la espera de que en los próximos días o semanas las condiciones sean mejores.
La agrupación de naseiros con permiso para pescar lamprea en el Ulla está formada por 14 armadores. La mayoría son de Pontecesures -donde son protagonistas del desfile que se celebra en la localidad en verano durante las fiestas del Carmen-, y de Rianxo, y también hay un par de embarcaciones que salen del puerto de Carril.
Los valeiros cuentan con un punto de venta en la plaza de abastos de Pontecesures, a donde se pueden dirigir los compradores. Allí cuentan con los equipos informáticos y las aplicaciones necesarios para proceder a la facturación.
Las primeras lampreas de la campaña suelen alcanzar precios muy elevados. Al menos sucede con la primera, que el año pasado costó 150 euros, como un modesto «campanu» arousano, en alusión al primer salmón de los ríos asturianos y cántabros. Pesaba algo más de kilo y medio y la compró un restaurante de Padrón.
La lamprea está muy vinculada a la tradición gastronómica de Pontecesures y su entorno, y de hecho en esta localidad se le organiza una fiesta anual para ensalzar el producto y conquistar a nuevos paladares.
Faro de Vigo
0 comentarios