Ni Catoira, ni Valga, ni Pontecesures tienen RPT.
Las administraciones públicas han de tener un documento interno que establezca como debe organizarse el trabajo para que todo marche bien, las competencias y funciones de cada persona, y el salario que le corresponde a cada empleado, según las características de su labor. Eso es al menos lo que se espera de una buena Relación de Postos de Traballo (RPT).
Pero actualmente, solo tienen en vigor una relación de trabajos cinco de los doce municipios que forman parte de la comarca de O Salnés y del Ullán: Cambados, Ribadumia, Meis, Meaño y Sanxenxo. En otros tres, el gobierno municipal está en trámites para aprobarla (es una empresa la que la redacta, tras una auditoría de la realidad laboral de cada concello y escuchar las propuestas de políticos y sindicatos), y son los de Vilagarcía, O Grove y Meaño.
Pero en otros cuatro, ni hay RPT ni visos de que vaya a haberla a corto plazo: se trata de A Illa, Pontecesures, Catoira y Valga. En el caso de Pontecesures, la falta de este documento ha llevado al personal a comenzar mañana lunes un calendario de protestas. En Pontecesures, de los 28 trabajadores que tiene el Concello, solo ocho son funcionarios.
Las carencias de personal están pasando factura en muchos trámites del Concello de Cambados. A modo de ejemplo, las licencias de obras acumularon el pasado año un retraso enorme, y el Ayuntamiento tuvo que recurrir más de una vez al servicio jurídico de la Diputación para que le hiciese informes sobre asuntos sensibles (como el Plan Especial de Portos) porque no tenía quien se lo hiciese en casa.
Fátima Abal admite que «la mayoría de los funcionarios del Concello de Cambados son interinos, y eso dificulta mucho la vida diaria de la administración, porque hay documentos y trámites que no pueden hacer».
El Ayuntamiento tiene tres habilitados nacionales (secretaria, interventora y tesorero), pero estos trabajadores no pueden sustituirse entre sí cuando cogen vacaciones o están de baja. Sus puestos solo pueden ocuparlos funcionarios de carrera, «y ahora mismo en el Concello de Cambados solo hay dos técnicos (en el área de oficinas y administración) con esa titulación», prosigue Abal. El resultado práctico es que periódicamente se atasca el trabajo y llegan las consecuencias: enfado vecinal y tormenta política.
Faro de Vigo
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