Los alumnos del instituto en el que estudió el primogénito proclaman: «Nin unha máis».
«Nuestras madres, hijas, hermanas o amigas también pueden ser víctimas de violencia de género, y como sociedad no podemos permanecer impasibles ante este atentado contra los derechos humanos». Este es el mensaje que lanzaba el Concello de Valga justo antes de que se organizara una concentración de repulsa frente al machismo en el mismo instituto en el que estudió el hijo mayor de María José Aboy y Javier Bello.
Los alumnos salieron al recreo y se reunieron a las puertas del centro y ante un gran mural pintado en la pared en el que puede leerse: «Nin unha máis».
Allí, junto a profesores, miembros de la Corporación, representantes de la Fundación Amigos de Galicia y otros asistentes pudieron meditar sobre lo sucedido, solidarizarse con la familia de la víctima y asistir a la lectura de un manifiesto y un poema con los que se dejaba patente que los jóvenes también quieren contribuir a erradicar la lacra del machismo y se comprometen a «pensar en ser todos mejores personas».
Los estudiantes se posicionaban así ante lo que definieron como «un terrible suceso en el que se conjugaban violencia sexista y muerte». Un trágico episodio «que nos toca aquí al lado y nos estremece especialmente». Lo hacían sabedores de que «muchos de nosotros conocemos a alguna víctima afectada».
Además de brindar «todo nuestro apoyo» a los hijos de Javier Bello y María Aboy, los adolescentes valgueses se conjuraban «para que cada uno de nosotros piense en la parte de responsabilidad que le corresponde cuando ante el abuso de poder miramos a otro lado, cuando en una pelea animamos a los contendientes o cuando ante un caso de acoso no denunciamos», ya que de este modo «estamos colaborando a construir un mundo muy negro».
Faro de Vigo
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