“Hacen más daño los comentarios de la gente que la fiebre y el dolor”.
Estudiante de Pontecesures residente en Madrid.
Anxo Moreiras es un joven de 21 años de Pontecesures que, hasta que comenzó el coronavirus en España, trabajaba y estudiaba en Madrid. Asegura que “los síntomas que experimenté no fueron ni la mitad de dañinos que los comentarios de la gente”. Al ser uno de los primeros positivos de Galicia, donde regresó días antes de conocer los resultados de las pruebas, los vecinos llegaron a “inventarse historias”, “que quería contagiar y andaba por la calle”. “A veces falta empatía, todos somos hijos o padres, y nadie decide contraer la enfermedad por voluntad propia”.
“Yo volví a casa de mis padres porque desde el hospital me recomendaron permanecer aislado (por precaución), y yo en Madrid vivo en un piso compartido con poco espacio, en el que ponía en riesgo a mis compañeros; y, aquí en Cesures dispongo de una habitación para mí y puedo guardar la distancia con mis padres y hermana”.
En su caso, asegura que los síntomas fueron “muy duros al principio”, antes del tratamiento. “Cuando comencé a tener síntomas solo había 100 casos en España, y las órdenes del Gobierno eran que las pruebas solo se realizasen a personas en contacto con contagiados o que venían de zonas conflictivas, y no era mi caso”, indica Anxo. Lo primero que notó fue “fatiga” y “falta de aire”. Se fue agrabando con “dolor muscular y espalda muy agarrotada”.
“El médico dijo que eran placas, pero empeoré, tenía más fiebre y desperté de madrugada temblando, con pulsaciones muy altas”.
“Hace dos semanas que no tengo síntomas, el aislamiento dio resultado”.
El Correo Gallego
1 comentario
EuAr · 18-04-2020 a las 12:26
Os comentarios son duros cando dás non sei cantas versións da situación e cando só se reclama atención continuada en rrss.