Bajas de última hora en la vuelta a las aulas de las escuelas infantiles.
Arranca el curso y lo hace, como siempre, por los coles de los más pequeños. El martes, en Pontecesures, los alumnos de la guardería iniciaron el proceso de adaptación a las aulas. Son de los más madrugadores de la orilla sur de Arousa, porque en la mayor parte de las escuelas infantiles de la zona, tanto públicas como privadas, antes de iniciar el programa para habituar a los niños a la escuela, han decidido poner en marcha un plan similar para que sean los padres los que se adapten a esta nueva normalidad. Porque si enviar a un niño pequeño a una escuela infantil genera dudas y ansiedades siempre, este año, con la crisis sanitaria, el covid-19 y el miedo a los contagios, esas preocupaciones han crecido de forma exponencial.
Por esa razón, en las escuelas infantiles de la comarca se están celebrando reuniones con padres y madres para intentar despejar dudas y, sobre todo, para pedir colaboración. Y es que, a la hora de convertir esos recintos escolares en espacios seguros para los cativos, es necesario que todo el mundo cumpla con su parte. «A los padres les tenemos que pedir paciencia, porque hay que adaptarse a un nuevo protocolo y al principio eso nos va a costar a todos», señalaban ayer desde la escuela infantil de Vilanova, donde ya han mantenido reuniones con las familias. En ellas han pedido comprensión y colaboración, y han tratado de infundir tranquilidad y calma. Porque si de algo están seguras las responsables de las escuelas infantiles de Arousa es de que en sus respectivos centros se han tomado todas las precauciones para garantizar la seguridad de sus pequeños pupilos.
Aún así, «hay miedo; la gente tiene miedo y eso se nota», dicen en estos centros. Escuelas como las municipales de Vilanova o Vilagarcía han visto cómo se desinflaban ligeramente las matrículas. «La gente no sabe cómo reaccionar», explican desde la guardería vilanovesa.
La Voz de Galicia
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