Quedó demostrado que la trabajadora hacía 66 horas a la semana en vez de 20
Llegó un momento en el que María Iglesias explotó: trabajaba tres veces más de lo que ponía su contrato, sábados, domingos y festivos incluidos; tenía un sueldo de poco más de 500 euros; enfermó de depresión… «?ltimamente ya no vivía, solo iba a mi casa a dormir», dice. Ahora, el juez condena a la pizzería en la que trabajaba en Padrón a indemnizarle. Recibirá 24.000 euros por las horas extraordinarias que hizo en el 2006 y no cobró.