Manuel Vázquez en el restaurante Mesa de Pedra, en el lugar de Infesta (Pontecesures).
En tiempos de crisis como los actuales se valoran más si cabe las propuestas innovadoras tendentes a ayudar al prójimo. Y la asociación de Amigos del Camino de Santiago en Internet lo hace, en este caso tratando de ayudar a los peregrinos. Estos viajeros pueden encontrar en Pontecesures un lugar en el que reponer fuerzas y saborear buenos platos de cocina tradicional sin que les cueste demasiado. Si pueden permitírselo agradecen el almuerzo con un donativo. Si no, pueden lavar platos, servir la mesa o colaborar en los cultivos de la huerta de los que salen los alimentos.
No es necesario pagar y solo se pide la voluntad, explicándose que «7 euros pueden cubrir el coste material y un extra de ayuda para sufragar el costo de la comida de otra persona más necesitada o sufragar los gastos del proyecto». Es un donativo «que depende del nivel de satisfacción, de la calidad de la comida y del trato recibido». En caso contrario, el comensal puede agradecer el haber llenado el estómago con la realización de diferentes trabajos domésticos.
Esto es Mesa de Pedra, un restaurante solo para peregrinos que se sitúa en Pontecesures, y más concretamente en Infesta, allí donde ese lugar es atravesado por el Camiño Portugués.
Este establecimiento forma parte del programa de actividades y de la lista de proyectos de la asociación de Amigos del Camino de Santiago en Internet, por lo que no puede ni debe confundirse con un restaurante cualquiera ni con un albergue.
Es, simplemente, un lugar en el que detenerse y reponer fuerzas, un espacio en el que encuentra cobijo el caminante. Se presenta como «un restaurante medieval, de piedra, y con preparación de los asados a la vista de los peregrinos».
Tampoco se trata de un «furancho» ni de un merendero, sino, simplemente, de «algo distinto». Es «parte de un programa comunitario sin ánimo de lucro de la asociación de Amigos del Camino de Santiago en Internet», de tal modo que los peregrinos con credencial puedan detenerse en este establecimiento y «comer en un ambiente cálido y fraternal».
En dicha asociación recalcan que el visitante «da un donativo en función de lo que considere que ha valido la comida, y si no puede pagar, siempre puede colaborar como voluntario en la cocina o en los cultivos, sirviendo las mesas o haciendo limpieza».
Manuel Vázquez, que aparece como cabeza visible del restaurante, puntualiza que muy pronto se incorporarán algunas novedades que incluso harán más vistoso y atractivo este proyecto. Pero hasta entonces, y sobre todo a la espera de que aumente el número de peregrinos (ya que en esta época de frío el número de caminantes es muy reducido), en Mesa de Pedra tratan de dar a conocer su «menú peregrino», basado en la cocina tradicional gallega.
Lacón con grelos, zorza, empanada de pescados, moluscos, caldo gallego, pinchos de pulpo, jureles o sardinas asados con cachelos, filloas, carne ó caldeiro o fruta braseada son algunos de los platos que pueden saborearse en este lugar, donde se preparan «recetas heredadas de sitios gastronómicos míticos» y donde el pan de maíz se hace allí mismo, en un horno de piedra y con leña.
No faltan el albariño casero, la sidra asturiana artesanal o el café de pota. Al partir se pide al peregrino que cuando llegue a Santiago rece «por el viejo cantero Nelo o Cuco, que levantó la mesa en la que se come y el espacio que la rodea». Y se hace así porque, según dicen, este restaurante «es un homenaje a ese viejo maestro de la piedra, por el que debes pedir al llegar a Santiago convirtiéndose así en un peregrino por manda», explican en el establecimiento.
Situado a 200 metros del albergue de peregrinos de Pontecesures y cerca del centro médico, este restaurante aspira a convertirse en uno de los atractivos del Camiño Portugués, pero sobre todo pretende ser una herramienta más para darlo a conocer en todo el mundo y, quizás, una especie de tabla de salvación para los caminantes.
FARO DE VIGO, 28/01/12