Las amenazas medioambientales son constantes en la ría de Arosa y en los ríos Ulla y Umia.
Las partículas y el chapapote arrojados sobre el Ulla, junto a las fecales vertidas a ese mismo río en Pontecesures, mientras su depuradora estuvo inservible, ayudan a contaminar el cauce fluvial. Esas agresiones medioambientales se extienden río abajo, hasta llegar a la boca de la ría, en O Grove.
Además de los citados y del atentado medioambiental cometido en el Umia tras el incendio de Brenntag, que pueden ser los más conocidos, los vertidos se produjeron en los últimos años en absolutamente todos los concellos costeros, y especialmente en lugares como O Castelete, Carril, Vilaxoán, los molinos de Currás, Caleiro, A Basella, A Toxa…En algunos momentos esos vertidos, sobre todo fecales, incluso afectaron a playas de bandera azul, como ocurrío en Confín y puntualmente en Raeiros, ambas en O Grove, pero también llegaron «galletas» de chapapote a Area da Secada (A Illa).
Lo sucedido en el caso meco, cuando gobernaba el PP, fue repetidamente denunciado por la cofradía, que alertó también de la existencia de desagües peligrosos en A Toxa, y otros puntos de la Red Natura.
El río Chanca, Rons, Terra de Porto, Castrelo, Tragove y el río Con son otros escenarios de la comarca afectados, en mayor o menor medida, por la existencia de vertidos, ya fueran fecales, de aceite, de grasas animales, de fuel, chapapote o cualquiera otra sustancia.
Errores técnicos y humanos en las fábricas, mala conducción de las redes municipales de ssaneamiento, falta de separativos entre fecales y pluviales, la limpieza de sentinas y el incorrecto o nulo funcionamiento de depuradoras constituyen la causa fundamental de estas agresiones al ecosistema de O Salnés, que tiene su principal tarjeta de presentación, y a la vez a su punto más débil ante la contaminación, en la ría y los ríos Umia y Ulla.
FARO DE VIGO, 13/12/08