Los de Padrón son de Herbón, no de Almería.

Como en su día no se supo defender el nombre de la villa coruñesa, ahora se les da el del lugar donde los padres franciscanos comenzaron a cultivarlos

Aunque en su lenguaje cotidiano los considere una cosa sin demasiada importancia, la verdad es que el consumidor español aprecia mucho los pimientos; una cosa es que diga “no vale un pimiento” o, jugando al mus, amenace “a la mano, con un pimiento”, y otra muy distinta es que no le gusten en el plato.

Verdes, si tocan verdes, y rojos, si de eso se trata. Ahora hay más variedades, de más colores, muy bonitos ellos, que hacen platos que quedan preciosos; pero no dejan de ser una novedad. Al consumidor patrio le van, en rojo, los pimientos morrones, los de Murcia, los del Bierzo, los navarros del piquillo (y, si llega a conocerlos, los “de cristal”). En verdes, sin embargo, hay dos orígenes que dominan: Guernica y Padrón.

Con permiso de mis amigos vascos, que adoran los pimientos de Guernica y hacen bien, porque son buenísimos, yo he de romper una lanza por los padroneses. No voy a discutir cuáles tienen mejor sabor o textura; sólo diré que los de Padrón tienen un aliciente añadido: a lo mejor pican. Ya se sabe: unos pican “e outros, non”.

Vayamos a Padrón, entonces, y tratemos de aclarar algunas cuestiones. La primera: “pimientos de Padrón” no es una Denominación de Origen. ¿Qué quiere decir esto? Pues que, como pasa con el queso Camembert, pueden cultivarse pimientos de Padrón donde a cada cual le parezca mejor.

Resulta que “pimiento de Padrón” es el nombre de la variedad, por lo que no puede ser una IGP (Indicación Geográfica Protegida). De manera que, al final, se ha optado, para poner un necesario orden, por crear la D.O. protegida “Pimientos de Herbón”.

Es justo. No se supo defender el nombre de Padrón en su día, y ahora se les da el del lugar donde los padres franciscanos empezaron a cultivarlos, en la orilla coruñesa del fronterizo Ulla. “Mínimos y franciscanos”, llama a estos pimientos, en su “Del Miño al Bidasoa”, otro ilustre natural de la zona, don Camilo José Cela.

Sirva todo lo anterior para tranquilizar a quienes compran en su verdulería una bolsa de algo etiquetado como “Pimientos de Padrón” pero que, en letra pequeñita, advierte de que se trata de un producto de Almería.

Ese producto, tiene, por dejadez de las autoridades competentes en su día, todo el derecho a llamarse “Pimiento de Padrón” como lo tienen unos que, bajo una marca terminada en iña para subrayar su galleguidad, y con el bien visible rótulo de “Pimientos de Padrón”, indica, en letra amarilla no demasiado visible, que dichos pimientos proceden de Agadir (Marruecos). Así está la ley.

Ustedes, por si acaso, cerciórense de que sus pimientos de Padrón son, efectivamente, vecinos del río Ulla, por el que aún suben lampreas en invierno. Como ya saben, estos pimientos se comen fritos.

Enteros. Bueno: hay dos tendencias. Los padroneses, como mi amigo Pepe Domingo Castaño, les quitan el rabito, y así los comen pinchándolos con un palillo y cogiendo dos o tres de cada vez, como hacemos todos los gallegos con el pulpo.

Fuera de Padrón, a mucha gente le gusta servirlos con rabito, para cogerlos -de uno en uno- por él, lo que brinda la posibilidad de, a la menor sospecha, morderlos por debajo de su zona más ancha, donde están las traicioneras pepitas. Esto, como comprenderán, elimina toda emoción, y comer pimientos de Padrón ha de ser algo emocionante.

Porque lo cierto es que uno espera que salga alguno picante, incluso muy picante, y, claro, que no le toque a él. El amante de los pimientos de Padrón agradece que, en una ración, le entren unos cuantos que piquen de una forma educada, que le calienten la boca sin alfombrársela; pero tiene la inconfesada esperanza de que a algún miembro del grupo le toque uno particularmente rabioso: de una ración de estos pimientos se espera no sólo placer gastronómico, sino espectáculo.

Ahora: usted ha pinchado con su palillo un pimiento de Herbón frito como mandan los cánones, con su color verde brillante; al pasarlo sobre las gotas de aceite del fondo de la bandeja, captura por casualidad un grano de sal gorda; se lleva el conjunto a la boca, y la explosión sápida es una experiencia maravillosa, una sensación de plenitud, de perfección: Qué importa que unos piquen “e outros non”.

Ah: recuerden que esto del picante va aumentando a medida que avanza la temporada: en junio les picarán muy pocos, pero en agosto… Avisados quedan.

EL CORREO GALLEGO, 17/05/11

Curso de Cociña para nenos

Ola, solicitamos a vosa colaboración para axudarnos a difundir a nosa próxima actividade.

No noso blog tedes información sobre ela. Trátase dun curso de cociña para nenos e nenas que terá lugar este sábado día 30, entre as 17:00 e as 19:00 horas da tarde. Será na cociña do convento de Herbón e sen custe algún. Tampouco é necesario que as persoas que asistan traian nada, salvo un mandil para non mancharse moito.

Os pais e nais que desexen agardar aquí a que os seus fillos/as rematen o curso poden quedar con nós no recinto e acompañarnos nunha visita guiada. Cómpre apuntarse xa porque temos un número limitado de prazas que asignaremos por orde de inscrición (20 prazas).

A inscrición pode facerse, como de costume, no 617 260 670 ou mandando un correo a sementar@gmail.com.

Máis información en: http://sementar.wordpress.com/

Pinto de Herbón, en la lista del BNG de Padrón que encabeza Xoán Santaló.

Xoán Santaló volverá a concurrir por el BNG como candidato a la alcaldía de Padrón. El cabeza de lista hacía anoche un balance de la gestión municipal calificando la acción del gobierno bipartito como una legislatura que acumula “demasiados desencontros e conflictos; disputas estériles que consumen enerxías e que sumiron ao goberno na inacción e a parálisis”. Frente a esto contrapuso la acción del BNG “apoiando sempre iniciativas boas para Padrón”. Además, adelantó algunas de las claves del programa.

El alcaldable, que presentó la lista completa, estuvo arropado por el portavoz parlamentario Carlos Aymerich. En los primeros puestos están, además de Santaló, Pilar García (2); Ramón García (3); Iria Domínguez (4) y un viejo conocido, Daniel A. Vecino, Pinto de Herbón (5).

EL CORREO GALLEGO, 02/04/03

Hasta mediados del mes de mayo o principio de junio no habrá pimientos de Herbón.

Para no crear confusión, cabe una aclaración en torno a la información publicada ayer sobre el cultivo del pimiento de Herbón. Al contrario de lo que se decía en el titular, a día de hoy, 2 de abril, no hay producción alguna de esta hortaliza y, por tanto, no puede haber venta en los mercados ni comercios ni puede figurar en los menús de ningún restaurante.
Como bien señaló el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Orixe, José Ramón Torreira, los primeros frutos no se recolectarán hasta finales de mayo o principios de junio por lo que cualquier pimiento que haya a la venta en la actualidad no es de Herbón y, por tanto, no puede ser vendido o servido como tal.
Precisamente la concesión de la denominación DOP es la marca definitiva que diferencia el auténtico pimiento de Herbón de otras imitaciones, como puede ser el de Marruecos que se vende en la actualidad o el de Cambados, que llegará en breve.

LA VOZ DE GALICIA, 02/03/04

El Consello Regulador de Herbón considera “fraudulento” el uso que hacen algunos chefs.

Critica que un plato del concurso gallego lo incluyera fuera de temporada

El presidente del Consello Regulador del Pemento de Herbón, José Ramón Torreira, ve “fraudulento” el uso que algunos reconocidos cocineros están haciendo el producto amparado en la denominación de origen. “Parece un poco increíble que incluyan en sus recetas los pimientos de Herbón, cuando de todos es sabido que en esta época del año no los hay, es más se está empezando ahora a plantar la simiente”, explica Torreira, para añadir, “desde luego si yo voy a un lugar con renombre y me ofrecen en esta época un plato con pimientos de Herbón, para mí perdería toda la credibilidad”.

Torreira se refería de esta forma al ganador del XI Campeonato Gallego de Cocineros Profesionales, Marco Varela, chef ejecutivo del Hotel Palacio de Sober (Lugo) que entre los platos que presentó al certamen, celebrado recientemente en Ferrol, figuraba el de “presa de porco celta marinada con pemento de Herbón recheo de crema de San Simón”.

TIERRAS DE SANTIAGO, 15/02/11

«Hai que protexer as pesqueiras do Ulla, son un patrimonio».

Xornalista e escritor, Miguel Piñeiro Moure (Catoira, 1960) é un gran coñecedor do mundo da cultura da lamprea e das pesqueiras, entre elas as de Herbón, das que fala no seu último libro. Un experto pero tamén un apaixonado e firme defensor destas construcións do Ulla como patrimonio cultural dos galegos, un patrimonio que reivindica.

-Este ano non se traballan as dúas pesqueiras máis importantes do río Ulla en Herbón, as de Areas e as Bellas. ¿Sorprendeulle a noticia?
-Non, non me sorprendeu. Non só son as pesqueiras máis importantes, senón tamén as máis fermosas e as que conservan o método tradicional de capturas, co risco de perder a vida. ? aí onde se ve a simboloxía do que é a pesca da lamprea, dura, sacrificada e moi arraigada na terra. Require de fortaleza física, dedicación, coidado e mesmo metodoloxía. Nunca houbo desgrazas pero é impresionante ver aos pescadores coa barca no Ulla, as veces enfurecido. Pero tamén é algo moi descoñecido para os padroneses.
-¿Era previsible, entón?
-Se vía vir, si. Por varios factores. Entre eles, os persoais, nos que non me vou meter. Por outra parte, cando unha actividade non é rendible vaise abandonando. O censo de capturas baixa, xa sexa pola sobreexplotación, a contaminación ou o furtivismo, e o prezo non sobe. Ao pescadores non lles compensa un traballo tan duro, debido tamén a que a propiedade está cada vez máis diseminada, sen contar a idade das persoas que van pescar, que tampouco teñen relevo xeracional.

-O parón deste ano, ¿cre que será puntual ou definitivo?
-Oxalá sexa un ano excepcional, pero me temo que é o punto e final para moitos. Estamos perdendo o patrimonio cultural do país e resulta inaceptable que ninguén faga nada, en primeiro lugar o propio Concello de Padrón como Administración máis próxima. En Herbón temos un patrimonio de miles de anos e suxeriríalle ás Administracións que se volquen un pouquiño con este patrimnonio, que tamén é persoal, que se preocupen por esta xente e que aproveiten para dar a coñecelo, por exemplo cunha ruta de turismo.
-¿Que futuro lle ve a este tipo de pesca?
-Malísimo. A carga contaminante que soporta o río é moi forte, sen contar o furtivismo ou a sobreexplotación. Véxolle futuro aos baleeiros de Cesures, pero a pesca coa barca en Herbón non, pese a que as pesqueiras son arqueoloxía pura e deberían estar recoñecidas.

-De ser así, ¿que cre que pasará coas pesqueiras? ¿Quen se encargará do seu mantemento?
-Que se van converter nunha selva que, nun ano de riadas, tirará a forza do Ulla. Van caer todas como pedras do río. Por iso é preciso que as autoridades se sensibilicen e vexan a necesidade de conservar e protexer este patrimonio natural, cun réxime de protección especial. Do contrario, vaise perder todo e é algo moi triste e lamentable porque está no arraigo da terra, da cultura popular.

-¿Son rendibles as pesqueiras?
-Hoxe penso que non o deben ser. Non só porque hai menos cantidade senón tamén polos prezos. Este ano xa se venderon máis baratas que o pasado. O prezo cae porque se está metendo moita lamprea de Francia e Portugal, moito máis baratas. Por iso aproveito para reclamar unha denominación de orixe para a lamprea galega. Este ano é unha mágoa o abandono da actividade porque tería sido unha campaña excepcional.
-¿Da pé á pesca ilegal?
-Non debera ser así. A gardería do Ulla debe velar para que iso non suceda.

-¿Cre que a lamprea do Ulla capturada en Herbón debe ter o mesmo valor no mercado que a pescada en Cesures?
-Obviamente, non, non debera telo. Aínda que é a mesma lamprea e sen sacarlle méritos aos baleeiros de Cesures, en Herbón está o valor sentimental, o esforzo dos pescadores e o risco ao que expoñen a súa vida cando a collen. A de Herbón debería ser máis cara pero non o é, está infravalorada. Por iso é necesaria unha regulación, tanto da pesca como da comercialización.

LA VOZ DE GALICIA, 13/02/11