Pilar García García, coordinadora de la asociación Sementar en una parte de la huerta franciscana.
¿Casualidad o provindencia?. Una pregunta que tanto Pilar García, cabeza visible de la Asociación Sementar, como el padre Roberto Freire, guardián del Convento de Herbón, repiten constantemente al referirse a un proyecto multidisciplinar conjunto que en octubre cumplirá tres años. Y es que casualidad o provindencia fue la que le llevó a Pilar, veterinaria de profesión, hasta Herbón un día de San Antonio, hace ya más de 36 meses, cuando Toni se precipitó al vacío desde un tercer piso asustado por las bombas que anunciaban fiesta y se partió la mandíbula.
Pilar se fijó en un entorno privilegiado del Convento de Herbón, donde sus moradores, tres padres franciscanos, entre los que se encontraba el superior, Roberto, estaban deseosos de abrir las puertas de su casa e infundir nueva vida en ella. A la veterinaria le encandiló la huerta (5 hectáreas) y el religioso se lamentó de lo desatendida que estaba y lo beneficioso que sería ponerla a disposición de Herbón para que cultivar productos ecológicos. De esta conversación nació el proyecto Sementar que en octubre de 2008 cobraría forma legal como asociación.
Once fueron los socios fundadores de la entidad, no lucrativa, amén de los franciscanos de Herbón. Hoy cuenta con 30 socios. Entre sus fines está poner en valor la riqueza del convento y su entorno; la promoción de la ganadería y agricultura ecológica, recuperando simientes y razas autóctonas. Sementar sacará a la venta el próximo año los primeros pimientos de Herbón ecológicos con denominación de origen protegida.
Además, y según explica Pilar, cinco usuarios de Amipa (Asociación de Nais e Pais de Persoas con Discapacidade Intelectual da Comarca do Sar) están trabajando la huerta de forma ecológica y obteniendo sus propios recursos con la venta de producto uno de cada 15 días en los mercados de Lusco e Fusco de Belvís (Santiago).
A través de Sementar, la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago (AGACS) ha establecido en el convento su sede y creado el albergue de peregrinos Hospital de San Antonio de Herbón. También la Sociedade Cooperativa Galega Viravolta fijará su base en Herbón para trabajar con menores. Y el Seminario Galego de Estudios pola Paz, establecerá en Herbón su centro de trabajo.
Para el guardián del convento, Sementar «es el corazón y el vínculo de unión de todos estos proyectos». Para Pilar García el nexo de unión «es el trabajo común» .
La acción de Sementar también se ha encaminado a la recuperación patrimonial de los bienes del edificio monacal, ya de por sí todo un patrimonio a preservar. En esta línea destaca la lucha por arreglar las cubiertas del claustro y afianzar y restaurar el retablo mayor de la iglesia de San Antonio, con tallas de Gambino y
Ferreiro. Son proyectos para los que busca financiación. También ha inventario de los bienes del Convento, así como de su importante biblioteca ( se han inventariado 34.000 volúmenes).
Tampoco se ha descuidado el apartado lúdico-formativo. Sementar realiza a lo largo del año jornadas de formación sobre la huerta, agricultura y ganadería autóctona; poda, cocina, rutas y conciertos. Espazos Sonoros incluyó el Convento en su ciclo de actuaciones.
Y entre los proyectos a largo plazo está una vivienda tutelada, granja escuela, visitas guiadas, biblioteca público una empresa de transformación, esta última destinada a «aportar fondos para una caja común de la que poder tirar para reparaciones».
Todos estos proyectos se pretenden que estén integrados por personas en riesgo de exclusión social. Herbón marca diferencia. Está claro, y el Convento, que hoy podría haber sido destinado a otros usos para mantenerse en pie, ha recuperado una muy loable labor social, fruto de un trabajo en común y de una lucha noble.
TIERRAS DE SANTIAGO, 17/08/10