Vemos a Juan Caamaño de la empresa Restauración del Hábitat Caamaño S.L. de Pontecesures con traje de neopreno, junto con maquinaria de la empresa, trabajando ayer en Cerdedo.
El material arrastrado en la crecida del Río Castro atascó la captación de agua de la hidroeléctrica Cortizo y paralizó su actividad.
Un «tsunami» fluvial arrastra cinco puentes y cuatro molinos en
El hundimiento del vial Soutelo-Cachafeiro liberó un caudal que convirtió el Río do Castro en un torrente descontrolado
El ciclón Xynthia no fue nada en la zona comparado con la traicionera resaca del temporal del jueves. La comarca de Terra de Montes se llevó la peor parte, con una carretera hundida en Forcarei y un tsunami fluvial en Cerdedo.
El origen del problema fue la obsoleta canalización del Río da Madalena en su trayectoria bajo la carretera Soutelo-Cachafeiro. El incremento del caudal, el arrastre de materiales procedentes de las riadas y el mal estado de la tubería se aliaron para obstaculizar el flujo de agua, lo que provocó el progresivo embalsamiento en los terrenos del entorno. Se desconoce si la causa del anegamiento de las zonas circundantes fue la obstrucción completa de la canalización o su hundimiento. De lo que no hay duda es de que la carretera provincial actuó como dique de contención durante largo tiempo. En previsión de una catástrofe mayor el vial se cortó al tráfico ya el jueves por la noche y la Diputación envió un equipo que trabajó todo el viernes en la excavación de una enorme zanja atravesando el vial e intentando dar salida al agua, que ya había anegado todo el entorno. Sin embargo, pese al cese de las lluvias, el nivel del agua continuó subiendo. En torno a las 22.00 horas, la carretera provincial no pudo aguantar más la presión y la estructura entera reventó en mil pedazos, liberando una gran cantidad de agua. Carretera y canalización desaparecieron y en su lugar se abrió un socavón de unos diez metros de profundidad y veinte de longitud.
El caudal descontrolado llegó a sobrepasar el nivel del puente de la N-541, que el viernes por la noche tuvo que ser cortada al tráfico temporalmente.
Los peores efectos de la avalancha de agua se dejaron notar en el municipio de Cerdedo. El Río do Castro sufrió un aumento repentino de caudal que, debido a las especiales características del cauce, generó un pequeño tsunami fluvial que barrió puentes y molinos a su paso. El río discurre, a su paso por Folgoso, por una zona encajonada y de gran pendiente. El incremento del caudal y la velocidad que alcanzaron las aguas arrastraron a su paso varias construcciones. Hasta el momento, el Concello ha contabilizado la destrucción de tres puentes de piedra medievales y dos pasos de hormigón, así como de cuatro molinos (uno de ellos en estado ruinoso) de particulares. El anegamiento del área dificultó ayer la valoración de daños, pero podría haber más estructuras afectadas.
Asimismo, el material arrastrado atascó la toma de agua de la hidroeléctrica Cortizo, que abastece a la red de Fenosa y que ayer tuvo que paralizar su actividad. Un equipo de doce personas trabajó todo el día intentando solucionar el problema.
El tsunami cesó cuando las aguas desbocadas del Río Castro llegaron a la playa fluvial de Cerdedo. Los cauces de los dos ríos que llegan a la zona se convirtieron en uno inmenso y aliviaron el caudal sobrante, dejando el área recreativa completamente anegada.
Cerdedo valorará los daños mañana y estudiará si procede la reclamación de responsabilidades o bien la solicitud de ayudas a las administraciones para reparar las estructuras. La Diputación ha anunciado la reparación «inmediata» de la carretera Soutelo-Forcarei.
LA VOZ DE GALICIA, 28/02/10