UNHA EXALUMNA DO CSM SERÁ MESTRA DE PIANO NA VILA DE LETONIA.

– Michelle Pena, que completou no CSM o Grao Superior de Música, iniciará en agosto esta aventura laboral no Báltico: “Sempre soñei con vivir experiencias no estranxeiro”

– Os lazos entre Valga e as vilas homónimas de Estonia e Letonia “son cada vez máis fortes e abarcan máis ámbitos”, sinala o alcalde.

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Valga e a localidade homónima de Letonia continúan a avanzar no irmandamento que selaron no ano 2016 e que, dende entón as levou a desenvolver conxuntamente diversas actividades de carácter institucional, educativo e cultural. Desta volta a protagonista é a música e, máis concretamente, a exalumna do Centro Superior de Música Michelle Pena González, que a partir do mes de setembro, iniciará en Valka unha nova experiencia profesional, como mestra da Escola de Música desta cidade báltica.

Michelle, natural de Ribeira e de 26 anos, iniciou os seus estudos superiores de música en Vigo e, despois dun curso de Erasmus en Italia, apostou por un cambio que a trouxo ao conservatorio de Valga. “Asistín a unha masterclass con Ilona Timchenko (xefa de estudos e mestra de piano do CSM Galicia) e animeime” a completar en Valga o seu Grao Superior de Música na especialidade de Interpretación de Piano. Foi alumna do centro durante tres anos, xa que tamén realizou un curso de perfeccionamento, e despois deu os seus primeiros pasos no mercado laboral nunha academia de Cangas, no conservatorio de Cambados e na Escola de Música de Vilaboa. Actualmente está a cursar un máster en Pedagoxía Instrumental na Universidade Alfonso X O Sabio.

Nas últimas semanas, a través da estreita relación que manteñen Valga e Valka, abriuse unha nova posibilidade laboral para Michelle, como pianista acompañante e mestra de piano complementario. “Faláronme desta oportunidade na Escola de Música de Valka e eu sempre soñei con vivir experiencias no estranxeiro e coñecer outros ambientes musicais; é unha motivación para min”, explica. “Nesa zona mantense unha influenza musical moi grande da antiga Unión Soviética e a música considérase algo esencial na educación, por iso me xera moita curiosidade. Ademais, isto ofréceme a oportunidade de coñecer métodos de ensinanza alternativos e sempre resulta motivador poder tocar noutros países”. Será a finais de agosto cando comece para Michelle Pena esta nova aventura que durará, como mínimo, un ano.

Dende a dirección do Centro Superior de Música Simón Ibáñez sinala que “para o centro é fantástico poder contribuír a que os alumnos teñan oportunidades laborais coma esta”, mentres que o alcalde, José María Bello Maneiro, se felicita por comprobar que os lazos que unen a Valga coas súas vilas irmás de Letonia e Estonia “son cada vez máis fortes e abarcan máis ámbitos”.

MichellePena

Concello de Valga

La factoría de Nestlé en Pontecesures reduce su consumo de agua un 27%.

La compañía logra ahorrar en un lustro el equivalente al llenado de 400 piscinas olímpicas.

La factoría de Nestlé en Pontecesures.
La factoría de Nestlé en Pontecesures. 

La factoría de la multinacional Nestlé en Pontecesures vuelve a da ejemplo. Esta vez por haber conseguido en el último lustro un descenso del 27% en el consumo de agua durante la actividad productiva, respondiendo así de manera muy positiva a la estrategia impulsada por la compañía desde 2010.

Tan positiva que se sitúa como la tercera con más ahorro del líquido elemento entre las diez plantas que Nestlé tiene en España, situándose la media de todas ellas en un 23%.

Encabeza el ranking la fábrica de chocolates, confitería, cacao soluble, harinas infantiles, leche en polvo y masas y obleas refrigeradas de La Penilla de Cayón (Cantabria), con una reducción de un 41%.

Y se sitúan tras ella la factoría de Nestlé Purina en Castellbisbal (Barcelona), con un 38%, y la citada planta de Pontecesures, la única que produce la leche condensada La Lechera.

En base a estos descensos de consumo y los experimentados por las demás fábricas de la compañía, puede decirse que se ha registrado «una reducción total de casi 1 millón de metros cúbicos de agua entre 2020 y 2024, que es el equivalente al agua utilizada para llenar 400 piscinas olímpicas», explican en la chocolatera.

Puestos a comparar, recordar que ya en 2018 la compañía Nestlé decía haber ahorrado más de cinco millones de metros cúbicos de agua desde el año 2010, lo que equivalía al consumo diario de todos los españoles.

Evidentemente, todo mejoró desde que en 2016 se puso en marcha un sistema de reabastecimiento a través de circuito cerrado la nave pontecesureña que al año siguiente «redujo un 62,4% el uso de agua por tonelada de producto fabricado».

Ahora Nestlé vuelve a sacar pecho, desde el convencimiento de que es preciso «apostar por la sostenibilidad y el uso responsable de un recurso vital para nuestro planeta, como es el agua».

Su director de Sostenibilidad en España, Jordi Aycart, abunda en ello diciendo que «la reducción del 23% en el consumo de agua en nuestras diez fábricas en los últimos años es un claro testimonio de nuestros esfuerzos en este ámbito».

Un logro, explica, que «no solo beneficia a nuestras operaciones, sino que también contribuye a la preservación de este recurso esencial para las generaciones futuras».

Seguir en esta línea es otro de los retos que se marca el doctor en Química por la Universidad de Santiago Damián Fernández, recientemente nombrado director de la planta pontecesureña en sustitución de Julio Diniz, ahora destinado en la fábrica de Nestlé en Avanca (Portugal).

Faro de Vigo

Urovesa suma contratos con el Ministerio de Defensa por valor de 170 millones de euros.

De la fábrica de Valga salen los Vamtac, vehículos blindados de alta movilidad táctica empleados por el Ejército | La empresa prevé un crecimiento de la demanda del 50 por ciento debido a la inestable situación política mundial

Justo Sierra (segundo por la izquierda), junto al almirante Gonzalo Villar, Pedro Blanco y el general Marcial González. |  Noé Parga
Justo Sierra (segundo por la izquierda), junto al almirante Gonzalo Villar, Pedro Blanco y el general Marcial González.

Urovesa ha firmado en los últimos años contratos con el Ministerio de Defensa por valor de 170 millones de euros. La mayor parte del dinero (146 millones) corresponde a la fabricación de los Vamtac, unos vehículos blindados de alta movilidad, empleados por el Ejército español.

La planta de Valga recibió ayer la visita del delegado del Gobierno, Pedro Blanco, y de altos mandos del Ejército de Tierra y de la Armada. Tras una reunión con el presidente de Uro Vehículos Especiales S.A. (Urovesa), Justo Sierra, y una visita a la fábrica, asistieron a una exhibición del funcionamiento de estos automóviles con tracción a las cuatro ruedas y otras características que les permiten operar en condiciones extremas.

El blindado, en una de las pruebas de circulación. |  Noé Parga
El blindado, en una de las pruebas de circulación.

Sierra apuntó además, al término de la visita, que la compleja situación geopolítica actual incide directamente en los planes de la empresa, hasta el extremo de que sopesan acometer un aumento de personal e inversiones en Valga del 50 por ciento, «de aquí a dos años» ante el incremento de la demanda.

El presidente de Urovesa apunta que vehículos como los que se fabrican en Valga son «esenciales» para la defensa de Europa, y que la empresa «tiene que tener capacidad de reacción ante las amenazas que todos estamos viendo», en referencia a la guerra de Ucrania y la posibilidad de que Estados Unidos retire su apoyo militar a Europa.

Preguntado por el gasto militar, Justo Sierra afirmó que prevé «incrementar el trabajo en el mercado español» ante «ese aumento de presupuesto» anunciado por el Gobierno para colmar las peticiones de la Unión Europea de mejorar la defensa. «Nosotros tenemos que estar preparados, tener el músculo suficiente para tener personal formado, tener instalaciones preparadas para dar respuesta a esos incrementos de los presupuestos», añadió. «Nosotros vamos a estar en primera línea para poner nuestras capacidades al servicio del Gobierno de España».

Un camión de extinción de incendios. |  Noé Parga
Un camión de extinción de incendios.

Además, apuntó que Urovesa «tiene que estar preparada porque la demanda a nivel internacional está creciendo, no solo por la circunstancia geopolítica actual, sino porque de alguna forma muchos de los países en que llevamos tiempo trabajando ahora mismo están reaccionando con demanda superior».

En la actualidad, la plantilla se compone de 330 personas, según sus datos, «y por cada trabajador de Urovesa hay cuatro o cinco más trabajando en la industria auxiliar cercana». «Tenemos todos que estar preparados para crecer», incidió Justo Sierra.

«Estamos previendo que, probablemente, tengamos un incremento de la demanda de un 50 por ciento a lo mejor de aquí a dos años. Y por tanto nosotros, nuestros proveedores, tenemos que invertir en instalaciones, en personas, en capacidad, porque si esos incrementos se reflejan en incremento de demanda finalmente, tenemos que estar preparados y son además incrementos de capacidad que no se pueden improvisar, no se hacen en pocos meses», ha expuesto.

El último acuerdo marco con el Ministerio de Defensa contemplaba la entrega de 700 vehículos, de los cuales fueron entregados 150 el pasado año. La previsión en este 2025 es que entreguen otros 150.

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Por su parte, el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, destacó el compromiso del ejecutivo central para «consolidar la industria de defensa como motor del desarrollo económico de Galicia». Para el delegado, Urovesa «representa la capacidad innovadora e industrial de Galicia, liderando proyectos estratégicos con el apoyo del Gobierno para responder a los desafíos del futuro». Pedro Blanco ensalzó asimismo la apuesta por la «innovación» con la puesta en marcha del proyecto Vamtac de hidrógeno (Vamtah) con un contrato de 700.000 euros para el desarrollo de un prototipo con propulsión mediante pila de hidrógeno.

Faro de Vigo

El tren que nos cambiará la vida

Un buen servicio de cercanías es fundamental para impulsar el crecimiento de la comarca

Llevamos unos días pendientes del tren… Del tren de borrascas que anunciaba La Voz el pasado martes, que, efectivamente, llegó y se fue, y del tren de cercanías que ni se a anuncia ni llega, pero se exige con razones desde una comarca que ha dependido históricamente de un ferrocarril que ayudó a su desarrollo, hizo la vida más cómoda y facilitó nuestro ocio. Trenes que traían a los compostelanos a bañarse a la playa de Compostela, que se llamaba así porque, al fin y al cabo, no era solo el arenal de la aristocracia de Santiago con mansiones junto al mar, sino también la playa popular de quienes venían en tren las tardes de sol. Y en tren íbamos de Vilagarcía a Catoira para comer la lamprea en Casa Emilio y las cigalas baratas que sobraban de las bodas en Casa Suso. Llevamos, en fin, siglo y medio utilizando un servicio ferroviario de cercanías que no es tal oficialmente, pero que presta ese servicio.

Llegué a Vilagarcía por primera vez desde Vigo en un ferrobús que atendía un servicio cercano. Aquel viejo automotor, que enseguida fue vendido a Venezuela, salió de Vigo a las 21.51 y llegó a Vilagarcía a las 23.14 tras parar en nueve estaciones. Tardaba una hora y 23 minutos, pero hoy llama la atención un detalle fundamental: el trayecto acababa en Vilagarcía. Esto sucedía hace casi medio siglo, en septiembre de 1981, y ya entonces, Vilagarcía era estación término de Renfe para trenes que hoy llamaríamos lanzadera y unían Vigo con Vilagarcía por la noche y, al amanecer, Vilagarcía con Santiago de Compostela, en un viaje de 53 minutos y seis paradas que partía de la capital de Arousa a las a las 6.55 horas.

La primera vez que fui a comprar a un Corte Inglés recurrí al «cercanías»: un tren de nombre irónico, semidirecto, que iba de Vilagarcía a Vigo deteniéndose en Rubiáns, Portas, Portela, Pontevedra, Figueirido, Arcade, Cesantes, Redondela y Chapela. Era un convoy antiguo y lento que me agotó. Tuve que acostarme al llegar a casa. No sé si me estresó el gran almacén, me desazonó el semidirecto o fue la unión de ambos agobios.

Cuando se renovaron los trenes, se electrificó la vía y se mejoró el trazado, Vilagarcía entró en la modernidad. Trenes rápidos y cómodos que resultaban sumamente funcionales y nos facilitaban la vida, aunque desaparecieron multitud de estaciones campestres en una comunidad donde aún se vive en el rural. Entre Vigo y Santiago, había 16 estaciones y apeaderos con parada de ómnibus, ferrobús, tranvía y semidirecto en 1981. Hoy solo quedan 8 estaciones con parada de los regionales.

En 1981, había seis estaciones en la comarca, hoy quedan Catoira, Pontecesures y Vilagarcía, aunque en Catoira solo se detienen siete trenes de los ocho regionales que unen a diario Vigo con Santiago. Aunque lo más alucinante es que los trenes lanzadera Vilagarcía-Santiago, herederos de aquellos ferrobuses que tenían su estación término en Vilagarcía, no se detienen en Catoira. ¿Pero estamos tontos o qué? ¿Quién decide y con qué criterios las paradas? ¿No se han dado cuenta de que Catoira es también la estación del Barbanza?

Es complicado recuperar los ocho apeaderos y estaciones con servicio en los años 80 que el nuevo trazado soslayó, pero hay un clamor de 20 años pidiendo un apeadero en Valga, un pueblo con mucha actividad y, fundamental, no sé si en los despachos de Adif y Renfe saben, supongo que sí, que en Galicia no es como en Castilla, donde, por ejemplo, entre Zamora y Medina del Campo, el ferrobús, en 1981, paraba en nueve estaciones, pero ahora los regionales solo se detienen en Toro y Nava del Rey porque el nuevo trazado no pasa justo al lado de las otras siete localidades. Pero no podemos comprar Valga y su población extremadamente dispersa con los núcleos zamoranos apiñados de Coreses o Castronuño, donde antes sí paraba el ferrobús.

La comarca, en fin, reclama formar parte de una necesaria y prometida red de cercanías gallega y argumenta que la venta de billetes en la comarca entre 1997 y 2023 creció un 150 %. En Catoira, Pontecesures y Vilagarcía se ha pasado de vender 486.205 billetes a expender 1.214.800. Hay un clamor de trenes a Vigo y Santiago desde Vilagarcía deteniéndose en estaciones intermedias, con precios económicos y frecuencias continuas. Nada que no suceda en Ferrol, con su línea C1 a Ortigueira, sus ocho frecuencias diarias con 22 paradas, una hora y 18 minutos de viaje por 3.15 euros o la C1 entre Zaragoza y Casetas, 25 trenes, entre 15 y 25 minutos de viaje por 1.80 euros.

En Galicia, debería haber tres líneas: C2 entre A Coruña y Ferrol, C3 entre Santiago y Vilagarcía y C4 entre Vigo y Vilagarcía. Existen razones y, sobre todo, ahí están las cifras de viajeros, para exigir este servicio con tantos argumentos como los aportados para implantar cercanías en los ejes Medina del Campo-Valladolid-Palencia, Palma del Río-Córdoba o Murcia-Cartagena.

Vilagarcía, a medio camino de dos ciudades y dos hinterlands, quedaría así a «tres horas y un café» de Madrid y a un paso y muchas frecuencias de Vigo y Santiago. Es decir, una ciudad perfecta para vivir y trasladarse a trabajar, estudiar, comprar o disfrutar del ocio.

J.R. ALONSO DE LA TORRE.

La Voz de Galicia

Una portada de Maside.

 En 1925 se celebró en Pontecesures la Feria del  Automóvil de Ocasión. Se editó una Guía por tal evento. Quien dibujó la portada fue Carlos Maside, que además era natural de esta villa. Se imprimió en la Imprenta Buceta de Villagarcía. La portada presenta al dios Mercurio corriendo veloz: un pie lleva alas ; el otro pie va dentro de un automóvil: es un humor aparecido. Un aspecto geográfico lo constituye un plano de las carreteras que existían en Galicia y Asturias hace un siglo, y de gran interés pragmático, porque además aparecen señaladas las agencias de la Compañía Omnia, sin duda ofreciendo sus servicios. Es un folleto de 50 páginas y la mayor parte de sus anuncios son de automóviles.  ¿Qué hacía Maside este año? Se traslada a Vigo reclamado para colaborar en El Pueblo Gallego. Igualmente reside en París donde contacta con las vanguardias y produce innumerables grabados xilográficos.

 La Introducción del folleto es muy interesante. El Comité tenía muy bien puestas las ideas. Los párrafos suenan con coherencia y solidez. Aparece una cita sorprendente, que revela la formación del Comité : «La feria será, como dijo Spencer, la onda comercial en su forma primitiva, pero es todavía de utilidad innegable». Su autor es Herbert Spencer (1830-1903), preclaro representante del evolucionismo filosófico y social. Rápidamente: la evolución es un proceso necesario en la marcha de la Historia. Las sociedades no sólo evolucionan, además van creando cosas. (Magníficamente, y aquí añado yo, automóviles). Dos datos significativos : «Casas donde se servirá comida el día de la Feria» y «Excursiones por Galicia». La evolución natural de la vida social lleva a la instauración de la sociedad industrial o de cooperación libre. Este tipo de régimen es el de la sociedad moderna. La sociedad moderna del Pontecesures de hace un siglo, que  seguro disfrutó y contribuyó sin duda al éxito de esta moderna Exposición, dicho con excelencia. Siempre pensé en el nivel cultural de los organizadores: la perfecta manera sintética de la redacción de la Introducción y las firmas europeas de los anuncios. Respalda lo que digo el dato del crítico de arte Carlos L. Bernárdez acerca de que Maside tenía una magnífica biblioteca… seguro que con libros de Spencer. Lo que me conduce además a afirmar que él, preparado y entusiasta, fue uno de los mentores y realizadores de esta Feria en los muelles del Ulla. Ya tenía prestigio como pintor y dibujante, colaborador de prensa y contertulio. Era ya un cesureño ilustre. Decir también que Carlos Maside también colaboró en Vida Gallega, la legendaria revista dirigida por Jaime Solá y editada en  Vigo. Un número, entre otros, con portada suya corresponde al 25 de octubre de 1918.

 1925 también fue un año fructífero en lo que a la cerámica se refiere. Este año se funda la Cerámica Artística Gallega, muy pronto Cerámica Celta de Pontecesures. Esta villa tenía puerto, tren y burguesía culta e inquieta apostando por el progreso. Su fundador fue R. Diéguez Carlés. Borobó nombró a esta fábrica «La Universidad plástica de Galicia». Tenía la voluntad de plasmar en sus diseños la cultura tradicional de Galicia, desde el mar a la tierra campesina. Contó con la colaboración de Asorey, Carlos Sobrino, Torres, José María Acuña… y por supuesto de Carlos Maside, quien vería con fruición sus dibujos pasados desde el papel a escultura. Lograda, cesureña y magnífica. 

Ángel Núñez Sobrino

Ángel Núñez Sobrino

El Correo Gallego

Vilagarcía-Santiago, más de un millar de razones para el tren de cercanías.

Pese a experimentar un aumento anual del 40 % en la cifra de pasajeros en sus estaciones, este trayecto no figura entre las prioridades del futuro servicio de proximidad en Galicia

Por evidentes razones de corte demográfico, el largo y de momento infructuoso debate sobre la creación de un servicio ferroviario de cercanías en Galicia se ha enfocado desde antiguo en los polos A Coruña-Ferrol y Vigo-Pontevedra. Lo hizo el socialista Emilio Pérez Touriño cuando presidía la Xunta en 2007, y lo repite el informe que encargó el popular Alfonso Rueda en 2023. El ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció en noviembre que su departamento estaría en condiciones de poner algo sobre la mesa a lo largo del primer trimestre de este año, cumpliendo uno de los compromisos que el PSOE pactó con el BNG, para lograr su apoyo en la investidura de Pedro Sánchez. Así que, en teoría, pronto deberían florecer novedades acerca de un tren de proximidad del que sí disfrutan el resto de las comunidades del norte peninsular. Sea así o no, las prioridades obvian un trazado que, al menos en teoría, cuenta con todos los requisitos para servir como experiencia piloto, sin mucho más esfuerzo inversor que la consecución del buen material rodante para hacer frente al lógico incremento de las frecuencias de viaje: el tramo regional que comunica Vilagarcía con Santiago.

152 años después de su puesta en marcha, no será necesario insistir en que se trata del primer camino de hierro que funcionó en Galicia. Con las lógicas renovaciones, la mayor parte de su recorrido de 42 kilómetros sigue siendo el mismo que el inaugurado el 15 de septiembre de 1.873. Su utilización básica incluye diez frecuencias diarias de lunes a viernes, que tocan Santiago, Padrón, Pontecesures, Catoira y Vilagarcía, dentro del viaje general que comunica Vigo y A Coruña. De ellas hay cinco servicios diarios exclusivos entre la capital arousana y Compostela. Son los denominados trenes lanzadera con paradas en Padrón y Pontecesures y la ausencia clamorosa y nunca explicada de Catoira, Su tiempo de trayecto oscila entre los 38 y los 43 minutos.

Lo verdaderamente importante es que, auspiciado por los bonos de transporte, este antiguo servicio no deja de crecer. A la espera de que Renfe presente su balance de 2024, los últimos datos oficiales corresponde a 2023. Sin incluir en el cálculo la estación de Santiago (la primera de Galicia, un nudo en el que confluyeron más de cuatro millones de viajeros aquel año) las escalas de la orilla sur de la ría de Arousa experimentaron un crecimiento de 350.000 pasajeros con respecto a la lectura de 2022. Un incremento porcentual del 40%. Si la óptica se amplia en el tiempo, el fenómeno se acrecienta. Entre los 486.205 viajeros que Vilagarcía, Catoira y Pontecesures, contabilizaron en 1997 y los 1.214.800 que registraron en 2023 media una diferencia de 728.595 billetes despachados: un apabullante 150%.

Xosé Carlos Fernández, experto en ferrocarriles, sostuvo recientemente que el polo de cercanías en diseño entre Vigo y Pontevedra debería extenderse a Vilagarcía. El tiempo lo dirá. De momento, los datos demuestran que la demanda crece. El alcalde de la ciudad, Alberto García, apunta que la evolución de las conexiones a larga distancia con Madrid es satisfactoria, pero reconoce que la asignatura pendiente es la proximidad. «Obviamente esisten todas as razóns para establecer un servizo deste tipo cara a Santiago, que redundaría nun incremento das frecuencias e unha redución de prezos». El nacionalista Xoán Castaño incide en el carácter de nudo hacia O Barbanza que ha ganado la estación de su municipìo de Catoira, y considera imprescindible no solo su inclusión en los trenes lanzadera y el implemento de las cercanías, sino también «unha boa coordinación do ferrocarril co transporte por bus que hoxe non existe». Castaño recuerda que quienes pudieron estudiar en su generación, encontraron en el camino de hierro un aliado fundamental. De la misma opinión es el popular Bello Maneiro quereclama para Valga algo tan sencillo como un apeadero, que en 152 años de historia que acumula esta línea jamás ha existido: «Non pedimos nada que non sexa xusto». La alcaldesa Maite Tocino (BNG) coincide desde Pontecesures en que la implantación de un tren de cercanías apuntala el trabajo y el estudio: «Se ademais queremos retirar coches das estradas e reducir a pegada de carbono, non creo que haxa debate: este é o medio».

Por si faltase alguna, ahí queda una última razón: la falta de un servicio de proximidad encarece alrededor de un euro los billetes que pagan los usuarios gallegos frente a los de las comunidades autónomas en las que sí existe un tren de cercanías por trayectos similares.

PONTECESURES LA QUE MÁS CRECE.

De acuerdo con el último balance oficial de Renfe, la de Pontecesures es la estación que más creció a lo largo de 2023. No en términos absolutos (registró 14.800 usuarios más que el año anterior para redondear los 39.800 viajeros), pero sí porcentuales: un 59% por encima del 2022.

La Voz de Galicia