Angueira confía en la pronta reparación del Camiño Portugués.

El mismo día en que se hundía parcialmente la calzada en la vía rápida de O Salnés, a la altura de Meis, el agua destrozaba el Camiño Portugués a su paso por Pontecesures, en los límites con el Concello de Valga. El primer contratiempo se subsanó a un ritmo de récord (en apenas cuarenta horas), pero el trazado patrimonial y protegido que discurre por el municipio cesureño sigue en estado lamentable. El alcalde nacionalista Manuel Luis Alvarez Angueira confía en que la mejora se afronte pronto, para lo cual debe celebrarse aún una reunión para depurar responsabilidades.

«Estamos pendientes de un encuentro que se mantendrá en breve con participación de responsables de Autopistas, técnicos del Xacobeo y nosotros mismos en representación del concello (aclara Alvarez Angueira); será ahí donde se aclare lo que ocurrió, quién tiene la culpa y quién debe hacerse cargo de los destrozos causados por el agua».

Reconoce que la imagen actual del Camiño Portugués no sólo resulta patética sino que también «refleja claramente la peligrosidad que entraña», tanto para los vecinos de Pontecesures como para los numerosos peregrinos que lo atraviesan.

Las riadas que bajaron por el monte habían destrozado completamente el firme, llegando a provocar surcos de varios metros de profundidad y arrastrando piedras y áridos.

Desde un primer momento se manejó la posibilidad de que la causa o el origen de esas riadas estuviera en las canalizaciones de pluviales empleadas en la autopista AP-9.

Aquella situación no sólo destrozó el Camiño Portugués, sino que causó enormes pérdidas en viñedos y fincas próximos, pues hasta ellos fue a parar toda la tierra y barro que las corrientes habían arrastrado con fuerza monte abajo.

De ahí que el primer edil cesureño insista en que hacer frente a los desperfectos no sólo entraña reparar el Camiño Portugués, sino que conlleva hacerse cargo de los daños causados al vecindario.

:: Faro de Vigo :: 02/11/06