El pintoresco barrio de Porto, en Pontecesures, morada de marineros
No xornal «Tierras de Santiago» publicouse o martes 23 un artigo sobre Porto, co título:
«El pintoresco barrio de Porto, en Pontecesures, morada de marineros»
Onde di:
«La arquitectura de sus calles y sus casas parece suspendida en el tiempo ·· La vía férrea partió en dos el lugar más grande del segundo municipio más pequeño de Galicia
El tiempo parece haberse detenido en Porto, el barrio más grande del segundo municipio más pequeño de Galicia, Pontecesures (tiene 6, 2 kilómetros cuadrados y una historia de independencia que apenas rebasa los 80 años). La ruta que proponemos esta semana es un paseo bucólico y contemplativo, a pesar del componente semiurbanitis de la zona. Porto sorprende por su arquitectura, por sus paisajes y la amabilidad de sus gentes. Callejuelas estrechas, donde el asfalto cubrió el barro y la tierra, edificaciones restauradas que conservan en parte su origen, ser morada de marineros (los valeiros) y pescantinas (las desaparecidas patifas), y para quienes los frutos del Ulla fueron durante siglos su principal sustento y la base fundamental de su economía. Hoy sólo se dedican a estas faenas apenas 16 familias.
[…]»
Se non fose porque coñezo o lugar parece que está a falar dunha aldea afastada do Padornelo.
Ver o «Artigo Completo en Tierras de Santiago»:http://tierrasdesantiago.es/index_3.php?idMenu=327&idNoticia=126831
1 comentario
O PATRISIO · 27-01-2007 a las 10:36
Este home que vive da tecla barata, é dicir, o presunto periodista que largou a pracer en Tierras de Santiago, entendo que chega un intre no que se queda sin materia, entonces é o momento da invención. Tal como pon «c.b. padron», sinais de identificación, ha de entenderse que quere extender «o fado» que teñen os da trabanca, cando se dicía «que quentaban o caldo ó sol», co afán de esclarecer a vontade traballadora dos que alí habitan. Polo que esa extensión á xente de PORTO, é un roubo de identidade dos trabanquilleiros, cando o periodista (presunto) di:
«Porto es la viva imagen de la quietud. Hasta los perros se muestran perezosos, apenas levantan la oreja al paso del visitante, ni se molestan en ladrar.», non sabe o periodista que o can do veciño eses días estaba ronco.