El transporte para discapacitados arranca este año en 17 municipios de Pontevedra

El nuevo transporte para personas dependientes se implantará antes de final de año en 17 municipios pontevedreses – en las comarcas de Morrazo y Baixo Miño y en los ayuntamientos de Poio, Barro, Portas, Moraña, Valga, Caldas de Reis y Pontecesures -. Estos vehículos especiales trasladarán a las personas que tengan problemas de movilidad desde su hogar hasta los ambulatorios o centros de día, siempre que no sea un servicio de urgencia. Los microbuses, en los que no irán más de 12 personas, contarán en todo momento con un acompañante.

Durante este año, en el que se pone en marcha la primera fase del Servicio Galego de Apoio á Mobilidade, 66 vehículos del llamado «065 Social» se moverán por 140 ayuntamientos. En la provincia de Ourense prestarán servicio en las comarcas de Baixa Limia, Terra de Celanova, O Ribeiro, A Limia, Allariz-Maceda, parte de sur de Ourense, Terra de Caldelas, Terra de Trives y Viana.

En 2008 se continuará con la ampliación de la red de transporte adaptado para en 2009 llegar a los 281 coches, que ya recorrerán toda la comunidad, aunque el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, no descarta acortar los periodos, «en función de los resultados de la fase experimental».

Para solicitar este servicio será necesario contar con la tarjeta de usuario que conceden las delegaciones provinciales de Vicepresidencia. Los viajes se pedirán con dos días de antelación, pero será la Xunta la que marque la prioridad de los desplazamientos.

Este servicio, que será gratuito para aquellas personas que ganen el 75% o menos del Iprem, (5.990 euros al año), ayudará a unos 100.000 gallegos y creará 1.000 puestos de trabajo.

Quintana, aseguró que se trata un servicio «fundamental» y «pionero en España» que favorece la creación de «una red pública que será buena para las personas dependientes y para el conjunto de la sociedad». En Vicepresidencia calculan que este transporte realizará unos 8 millones de desplazamientos al año que llevarán a los gallegos dependientes hasta las consultas médicas y privadas, centros residenciales, de día o a lugares donde tengan que realizar tareas de la vida diaria.

Este transporte costará más de 61 millones de euros ponerlo en funcionamiento, y cuando esté totalmente implantado, se calcula que requerirá unos 33 millones anuales para mantenerlo.

::Faro de Vigo:: Andrea Barreira