Paz Carregal: «Soubemos que tiñamos un santo na familia polo Vaticano hai 15 anos».

Es la única sobrina directa del franciscano que reside a día de hoy en Pontecesures ·· Verá la beatificación a través de la pequeña pantalla ya que no puede viajar a Roma

«Mira filliña, eu non cheguei a coñecer o meu tío o santo. Souben del moitos anos despois de que morrera, porque os seus irmáns, meus tíos, que me criaron, falaban a veces do fraile», relata Paz Carregal Carlés, una de las tres únicas sobrinas del franciscano Francisco Jesús Carlés González, uno de los 498 mártires españoles que el próximo domingo, día 28, será beatificado por el papa Benedicto XVI en el Vaticano. Paz es la única de la familia directa del fraile que aún reside en Pontecesures, «as miñas primas están no País Vasco», dice.

A sus 72 años (cuando fusilaron a su tío en 1936 ella apenas tenía un año), esta cesureña natural de Porto cuenta que tener un santo en la familia «non é común. El é un santo, pero nós temos que traballar sen el. Soubemos do fraile santo hai quince anos, cando chegou unha carta de Roma con catro letras», señala Paz, a Patricia, como se la conoce por el mote familiar.

«Compañeira, non che podo dicir o que poñían esas catro letras, porque a carta lle chegou a outra familia Carlés, que a tirou ao lixo. Despois dixéronme que disque o fraile era santo en Roma». La familia no volvió a saber nada hasta hace unas semanas.

Paz, huérfana desde los cuatro años, señala que el franciscano era hermano de su madre y había nacido «na mesma casa donde eu nacín e me criei». Además, confiesa que siendo niña no había prestado mucha atención a los relatos de su tío fraile. De hecho, ella no recuerda nada sobre la vida del religioso, salvo lo que pudo leer hace unas semanas, cuando el párroco de San Xulián de Requeixo, Arturo Lores, editó un folleto en el que mencionaba la vida de Francisco Carlés González. «Nin tan sequera sabía como era o meu tío fisicamente».

Y es que las pertenencias documentales de la familia se perdieron con el transcurso de los años. «A casiña de Porto era velliña de todo. Nós viñemos para O Souto e alá foi todo». La casa donde nació Carlés González, la de los Patricios, como aún se la llama, fue restaurada por un hijo de Paz Carregal.

Esta pontecesureña y su marido, Claudio Chenlo, de 83 años, no irán en la expedición que saldrá de Pontecesures hacia Roma. La edad y algunos achaques les impiden volar. «¡Calquera vai a Roma e menos nun avión á nosa idade! Non, da familia no vai ninguén. Veremos a cerimonia pola televisión, se é que a retransmiten, aquí sentadiños no sillón».

Paz relata que antes de Francisco hubo otro religioso en la familia, «e eu creo que lle viña de aí. Era un tío da miña nai, din que tamén era franciscano, pero non me lembro ben. O noso estivo en Herbón primeiro e logo marchou para Cádiz. De como chegou a santo non o sei, din que o fusilaron na guerra. Unha traxedia».

Quien sí recordaba las visitas de Francisco a Pontecesures y sus largas cartas era el tío Cándido, uno de los hermanos del religioso y tío de Pazo. Falleció con la llegada de la primera comunicación de Roma, hace 15 años. «O que nos reportou o santo é ter a atención da xente», sentencia.

Presencia pontecesureña durante el acto del próximo domingo, día 28

Paz Carregal indica que de Pontecesures saldrá una pequeña expedición de fieles rumbo al acto de beatificación en el Vaticano. La encabeza el párroco «e catro ou cinco veciños de Pontecesuers, porque din que hai poucas plazas». Con ellos viajará también la alcaldesa, Maribel Castro, en representación municipal.

Junto a Carlés González serán beatificados muchos franciscanos que pasaron por el popular convento de Herbón.

TIERRAS DE SANTIAGO, 23/10/07