El Concello de Padrón denunciará si la pirotecnia incumplió el contrato.

Fuentes próximas a la investigación vinculan en el suceso a dos empresas ·· La firma Calvo declaró en un documento oficial estar al corriente de sus obligaciones ·· Continúa el análisis de material para dirimir qué falló

Siguen sin aclararse algunos puntos e interrogantes respecto al incidente provocado por la explosión de un artefacto pirotécnico (un obús de carcasa) en la madrugada del pasado domingo en Padrón en la explanada del Convento do Carmen durante el espectáculo pirotécnico protagonizado por la empresa Calvo y que acabó con un herido grave. Qué hacía un grupo de vecinos en la zona próxima a los explosivos y qué falló en la bomba son dos de las cuestiones que la Policía Judicial de la Guardia Civil está tratando de dilucidar. Serán los resultados del material recogido in situ por el Tedax los que arrojen luz en la segunda cuestión.

En esta línea, fuentes de la Guardia Civil recalcan que la investigación sigue en curso y que se centra fundamentalmente en verificar los permisos, las autorizaciones y si todo estaba en regla para dirimir posibles responsabilidades. Por qué no existía un cordón de seguridad y por qué se permitió el paso de personas ajenas a la manipulación de los explosivos son otras cuestiones que se están analizando.

Asimismo, la Guardia Civil está trabajando en el análisis del material recogido (los resultados tardarán aún unas semanas) y se están recopilando «datos y elementos que permitan llegar a una conclusión», sostienen dichas fuentes.

De hecho, ayer continuaban en el cuartel de la Guardia Civil de Padrón los interrogatorios a afectados e implicados, y varios agentes de la Policía Judicial mantenían una reunión con los responsables del gobierno padronés, que después se haría extensiva con otros miembros de cuerpos de seguridad local.

Además, y según ha podido saber este diario por fuentes cercanas a la investigación, la empresa Calvo, contratada por el gobierno para las fiestas no sería la única implicada en el suceso. El nombre de otra pirotecnia, actualmente suspendida de licencia de actividad y vinculada a otro suceso en las inmediaciones de Compostela, también ha salido a relucir en la investigación abierta y se alude a una «contratación dudosa».

Respecto a este asunto, fuentes del gabinete jurídico del Concello de Padrón recalcan que «el Ayuntamiento contrató los servicios de la pirotecnia Calvo, y esta declaró en un documento oficial estar al corriente de sus obligaciones y con todo en regla», indican añadiendo que «de no ser ciertas estas declaraciones, el Concello barajará personarse como acusación particular en el proceso abierto».

Este periódico intentó en reiteradas ocasiones contactar con un representante de la firma Calvo para recabar su versión sin éxito alguno.

Responsables del grupo de gobierno también se desplazaron tras la reunión a la zona del Convento del Carmen para evaluar los daños tanto en este monumento como en las casas próximas. En el primer conjunto sobresalen sólo los cristales de tres ventanales y dos ventanucos rotos , así como un soporte de la balaustrada y un elemento decorativo. También sufrieron desperfectos dos casas y un vehículo que estaba estacionado.

EN PRIMERA PERSONA «Aún nos dura el susto de la explosión»

Carlos y su esposa residen en el nº 7 de la cuesta del convento. Fueron los más afectados por la onda expansiva. Su casa tiene cristales rotos y grietas. «Aún nos dura el susto de la explosión», recalcan. «Los responsables de la pirotecnia nos dijeron que no había peligro, y que los fuegos no serían frente a nuestra casa».

«Bajamos las persianas, aunque nadie nos mandó y cuando estalló, los cristales salieron disparados hacia dentro; casi se nos clavan. Retumbó todo. Sentimos chillar arriba, pero preguntamos a los encargados de los fuegos y nos dijeron que no había pasado nada. Siguieron echando bombas», insisten (estaba programado informáticamente).

«Había 15 personas arriba, coches por la cuesta y ninguna medida de seguridad, ni ambulancia, ni bomberos. Nada. Al día siguiente el dueño dijo que no nos preocupáramos, que los desperfectos los cubría su seguro, Mafre» .

EL CORREO GALLEGO, 01/04/08