Sendero negro.
El transporte público, la casi absoluta ausencia de él, es uno de los mayores problemas que existen en Galicia y en aún mayor medida en Arousa. El bus urbano es caro y escaso. Vivir en Vilagarcía y trabajar en cualquier otro municipio es un drama. O se tiene coche y dinero para gasolina y párkings o se depende de una inexistente red de autobuses y de un servicio de tren que va a ser rapidísimo, pero que no va a pasar por muchos municipios como Catoira, Valga y Cesures. En esto surge la demanda de, una vez entre en servicio el AVE, utilizar la vía actual como tren de cercanías, y prolongarlo hasta el aeropuerto de Lavacolla. ¿Se imaginan?. Punto y final a mil y un problemas. Y ante esta gran idea, se opone otra, la de crear una senda verde que defiende sobre todo la alcaldesa de Vilagarcía, Dolores García, y que, perdónenme, es una chorrada absoluta. ¿De verdad preferimos una senda a ningún sitio o poder ir en tren a Lavacolla?. No me lo puedo creer. Esa senda no será verde, sino negra, porque nos obligará a seguir dependiendo del antiecológico coche y lastrará el desarrollo económico de la ciudad y de la comarca. No sé a que intereses satisface la sendita, pero no son a los de la mayoría.
Columna «Entre líneas». Xurxo Melchor. LA VOZ DE GALICIA 09/05/09
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