El fuego en una chatarrería de Padrón continuará activo «varios días».
La cantidad ingente de material inflamable acumulado hace imposible su total extinción a menos que llueva
Dos equipos de Protección Civil de Padrón; otros dos de la de Valga y también de la de Cesures; una de Rois y otra de Brión; dos dotaciones de bomberos de Boiro; dos motobombas forestales; policía local y Guardia Civil de la capital del Sar, además de la de Rianxo y una patrulla de Tráfico de Santiago. En total en torno a 35 personas, a las que ayer el alcalde Camilo Forján en nombre del Concello les mostró su agradecimiento, participaron o colaboraron en las tareas de extinción del incendio declarado en la tarde del jueves en una finca de Padrón, convertida en chatarrería y vertedero ilegal de todo tipo de residuos, pese a las quejas y denuncias verbales de algunos particulares.
Muchos coinciden en que es imposible ponerle una cifra a la cantidad ingente de residuos acumulados en los últimos tres años y que van desde ordenadores, televisores, muebles viejos, colchones, neumáticos, plásticos, piezas de automóvil, bombonas de butano o espráis. Tanta es la basura que más de uno apuntó hacia la posibilidad de un síndrome de Diógenes por parte de la persona que tenía alquilada la finca y que, tras un año de litigio, fue desalojado hace un par de semanas. «Non fixo máis que acumular basura e cans», dicen en el entorno del propietario del terreno. Ayer, Protección Civil de Padrón volvió a regar la explanada, después de que la llamada de un particular alertara de que el fuego se reavivaba.
Litros de agua
La jornada anterior, ocho camiones bombearon miles de litros de agua durante horas mientras una excavadora reunió buena parte de los residuos en el centro de la finca. Dada la presencia de gran cantidad de material inflamable, desde Protección Civil se aseguró ayer que el incendio permanecerá activo «varios días» aunque «dentro do previsto», ya que no hay modo de apagar ese fuego a menos que llueva. «A única maneira é que se consuma todo o que hai aí».
Que llueva es el deseo de la pementeira que tiene varios invernaderos a pocos metros de la finca y que ayer, debido al humo tóxico, no los pudo abrir como todos los días. Ella fue la persona que el jueves avisó a la policía local y al 112 alertando del incendio. También fue una de las personas que, de palabra, denunció la existencia de ese «basureiro ilegal». «Todo o mundo sabía o que había aquí pero ninguén fixo nada», decía ayer. «Pensaban que non había tanta cousa acumulada e que non ía pasar nada», añadió otra de las personas que ayer se acercaron hasta la zona.
LA VOZ DE GALICIA, 16/05/09
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