Las playas restaron afluencia a la romería de Padrón, que recupera el folclore.
Las playas compitieron ayer con la romería del Santiaguiño de Padrón, en una jornada de sol y calor que hizo que muchos se decantaran por la primera opción después de varios días casi invernales. Aún así, miles de personas cumplieron con la tradición se subir al monte, para oír la misa solemne en la capilla, comer sardinas con pan de maíz y cachelos que repartió gratuitamente el Concello y, en muchos casos, para disfrutar de una jornada campestre.
De hecho, desde media mañana, los coches subieron y bajaron del monte cargados con el material para pasar el día: comida abundante, no menos vino, bebidas refrescantes y hasta postre y, por supuesto, café. A las doce de la mañana, en muchos puntos humeaban y olían ya los primeros preparativos del almuerzo, desde una paella, la brasa para el churrasco y hasta un cordero al espeto. Muy cerca de allí, en un palco instalado por el Concello, se celebraron, por segundo año, los certámenes de gaiteiros solistas y parejas de baile tradicional, el primero por la mañana y el segundo por la tarde. En cada uno de ellos hubo cinco participantes. Precisamente la música tradicional gallega fue el telón de fondo de toda la romería, tal y como era la intención del Ayuntamiento, de modo que el sonido de la gaita se escuchaba en diversos puntos del monte. La animación de la jornada también llegó de la mano de los regueifeiros los Ghordechos, que pusieron la nota de humor y, además, en clave gallega.
«Saleu un día bo, bo», se podía escuchar entre los romeros que subieron al monte, desde niños a mayores y, como siempre, mucha juventud y eso sí, de la casa. Y es que las gentes de Padrón cumplen con la tradición de la romería y, en familia o peñas, cada 25 de julio se plantan todo el día en el monte.
Visitantes
«Somos os de sempre», dijo entre bromas un padronés muy devoto de la romería del Santiaguiño. También muchos visitantes acudieron a la cita, atraídos especialmente por la música folclórica. La cámara de fotos trabajó mucho y, en el caso de los turistas, para dejar constancia de su paso por las piedras desde las que, según la tradición, predicó el Apóstol Santiago.
Cerca de allí, en la capilla, se celebró la misa solemne, quizás con menos fieles que otros años, cantada por la Coral Polifónica Padronesa y presidida por la imagen del Parrandeiro que, sobre las once y media de la mañana, fue subido a hombros por varios jóvenes de la villa. Además este año y por primera vez en los últimos veinticinco, también participó en la procesión por la villa la imagen de San Antonio, según contó el concejal de Cultura de Padrón, Eloy Rodríguez. En total, salieron siete imágenes: el Parrandeiro, Santa Lucía y San Antonio, las tres ubicadas en la iglesia parroquial; la Virgen del Carmen perteneciente a la familia de la Riva y la Reina Lupa y Teodomiro de la casa Sanmartín. No obstante, solo el Apóstol Santiago, conocido popularmente en Padrón como el Parrandeiro, tenía «indulgencia» para subir al monte y participar, como indica su nombre, de la parranda. Por la noche, fue Mercedes Peón la encargada de continuar la fiesta desde el Campo do Souto y hoy, en el mismo sitio, sonará la música de gaita de Cristina Pato.
LA VOZ DE GAICIA, 26/07/09
0 comentarios