El acceso de las caravanas de la Pascua se complicó por el conflicto de lindes entre Padrón y Dodro.
Padrón tapó ayer la zanja que un día antes abrió Dodro y repuso los servicios que usan las caravanas.
No pudieron hacerlo por la vía de Dodro debido a la limitación del peso de la misma
Las caravanas de las atracciones de Pascua tuvieron ayer una entrada complicada al lugar en el que permanecerán las tres próximas semanas: en la zona limítrofe de los concellos de Padrón y Dodro, en el antiguo cauce del Sar. Si el sábado fue el Ayuntamiento de Dodro el que abrió en esta zona una zanja por lo que considera la línea de deslinde, ayer fue el de Padrón la que la cerró y repuso las redes rotas un día antes y que dan servicio a las caravanas: agua y alcantarillado.
El cierre de la zanja fue consensuado en una reunión celebrada por la mañana en el Concello de Padrón, con la presencia de los alcaldes Camilo Forján y Arturo Díaz, junto con el teniente de alcalde padronés Eloy Rodríguez y el concejal de Obras de Dodro, José Luis Fernández Reboiras. Según los políticos padroneses, en ese encuentro acordaron recuperar el compromiso adquirido semanas atrás para la colocación de las caravanas en la zona. Por un lado, en batería todo a lo largo del río Sar y, por el otro, a ocho metros del muro de una vivienda, quedando un paso para los vehículos entre dicho cierre y las caravanas.
Pero llegó el momento de que estas entraran en la zona por la vía de siempre, la que baja desde Fonte Vilar hasta A Devesa, en Lestrove, y se complicó el asunto. Pasadas las tres de la tarde, entraron sin problema las primeras caravanas pero, poco después, llegó una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico para controlar una vía que tiene una limitación de peso de 3,5 toneladas. Al parecer, hubo un aviso particular a Tráfico advirtiendo de lo que iba a pasar.
Padrón habló con Dodro para que, por un día, dejara inutilizada dicha señal pero, según contó el alcalde Camilo Forján, el regidor dodrense no accedió. A las vista de que no podían entrar por este punto, desde Padrón, con la ayuda de la Guardia Civil, policía local y Protección Civil, se buscó otras alternativas. Al final, cerca de las seis de la tarde entró una de las caravanas más grandes de la Pascua, la de la tómbola, y lo hizo tras cruzar el Paseo del Espolón y entrar por la zona de O Ribeiro, todo a lo largo del río Sar en dirección a los institutos. Entró justa pero entró para alivio de Padrón y de las propias caravanas, visiblemente molestas, al igual que los gobernantes padroneses, por una situación que no esperaban ni unos ni otros. Hasta, en algún caso, hubo multas de tráfico de por medio.
LA VOZ DE GALICIA, 22/03/10
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