La playa restó afluencia a la romería del Santiaguiño do Monte.
El carballiñés Isidro Vidal fue galardonado como el mejor gaiteiro
Padrón vivió un fin de semana grande pese a que la playa es, con este tiempo caluroso, una gran competidora a la hora de atraer público. Un fin de semana grande y agotador. Desde el desembarco jacobeo del viernes, el derbi asnal del sábado hasta la romería en el monte del domingo o los conciertos de la noche en el Souto, todo ello acompañado de la llegada de numerosos peregrinos, hicieron de la celebración del 25 de julio una fecha aún más especial para los padroneses. Ayer fue día de descanso y de tranquilidad en la villa, que sigue recibiendo peregrinos y turistas.
Desde el Ayuntamiento, el concejal de Cultura y Turismo, Eloy Rodríguez, hizo una «valoración positiva» de todo ello aunque, una vez más, precisó que el Concello está soportando un coste muy alto con respecto al alojamiento de peregrinos. Desde el viernes al domingo, pernoctaron en Padrón 1.500 caminantes, la gran mayoría de ellos en los dos pabellones polideportivos del Ayuntamiento. Eloy Rodríguez destacó el «bo comportamento» de los peregrinos a la hora de usar las instalaciones municipales y advierte de que hay que «crear infraestructura» para dar cabida a todos los caminantes que, cada vez más, eligen el Camino Portugués.
En cuanto a la programación para estos días pasados, la carrera de burros volvió a demostrar que es una cita que atrae público y que, con su celebración en el Paseo del Espolón, gana vistosidad. «O Espolón non servirá para nada máis pero para os burros é ideal», decía un espectador. El derbi también valió para comprobar que aún hay interés en muchas cuadras gallegas por conservar un burro, de modo que los 20 que compitieron en Padrón estaban todos en buenas condiciones.
Ya el domingo, la tradicional romería del Santiaguiño do Monte encontró en la playa un fuerte competidor por lo que la asistencia de público fue menor a la de otros años, según constataron las autoridades políticas y policiales. Aun así, muchas familias y grupos de jóvenes, en su mayoría de Padrón y alrededores, siguen apostando por pasar la jornada en el monte, algunos ya enlazando desde la noche anterior. Junto con la comida campestre y el vino, no pudo faltar el ambiente folclórico y a ello contribuyeron, además, los certámenes de gaiteros solistas y parejas de baile.
LA VOZ DE GALICIA, 27/07/10
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