La Cocina Económica recibe la comida recogida en Valga.
Entrega de alimentos a las hijas de la caridad.
Se hacen llamar ??maldados?, pero su buen corazón y carácter solidario lo tienen más que demostrado y lo conocen de sobra las hermanas de la congregación de las Hijas de la Caridad que regentan la Cocina Económica de Santiago, con las que en los últimos años han colaborado Maldados.com mediante la organización de galas benéficas en las que se recauda comida para que todos los días del año los más necesitados tengan un plato caliente que llevarse a la boca. Ayer, las cerca de tres toneladas de alimentos que se reunieron en el espectáculo humorístico celebrado el jueves en Valga fueron llevadas a las dependencias de la Cocina Económica, que recibió a este grupo de ??maldados? con las manos abiertas. Sor Esther Seonae alaba la iniciativa que en los últimos cuatro años puso en marcha este grupo de amigos para ayudar a los que menos tienen, sobre todo por el carácter humorístico de las galas. ??Hacen falta celebraciones de este tipo, que nos saquen de la tristeza de la crisis en la que nos han medito los políticos y los banqueros?, afirma. Su discurso enlaza a al perfección con la parodia con la que Maldados.com cerraron su espectáculo en el Auditorio Municipal de Valga, en la que, al son de la música de ??Jesucristo Superstar?, Dios compartía escena con un mendigo que acaba crucificado con clavos que representan a los partidos políticos, los bancos, los sindicatos… ??todos los poderes establecidos que nos hacen la Pascua?. ??Me puso la piel de gallina?, recuerda la hermana Esther Seoane, puesto que la representación encaja a las mil maravillas con el espíritu que encarnan las Hermanas de la Caridad, el de ??Cristo que está con el pobre, con los más necesitados?.
Eso es precisamente lo que hacen las seis religiosas que en la actualidad están al frente de la Cocina Económica, en cuyo comedor se reunen a diario entre 130 y 150 personas. No cabe duda de que la crisis ha incrementado de forma notable el número de ciudadanos que acuden a su comedor. ??Antes venían unas cien personas? al día, confirma Sor Esther Seoane, que apunta que ??aquí puede venir cualquier persona que tenga necesidad?. Por apenas 1,5 euros recibirá desayuno, comida y cena, con posibilidad incluso de elegir entre algunos platos, cocinados con tanto esmero y calidad que entrar en esa cocina es un placer para el olfato. Además, en las reducidas instalaciones ubicadas en la Rúa Travesa también se permiten actividades de ocio como jugar a las cartas, ver la televisión, leer alguna revista o incluso echarse una pequeña siesta.
Otra de las consecuencias de la crisis es que acuden ciudadanos que nunca antes se habían visto en la tesitura de tener que recurrir a la caridad, familias que ??vienen a la Cocina Económica como último recurso?, cuando ya no tienen más alternativa, porque ??les da reparo?. Y es que ??hay gente a la que le cuesta mucho pedir porque nunca antes lo hizo?, apunta la hermana Esther Seoane, que explica que, para garantizar la discreción, a algunas familias les entregan de forma periódica lotes de productos básicos para que los cocinen en sus casas.
Todos estos alimentos son clasificados por tipologías y por fecha de caducidad. La campaña de Navidad es una de las más prolíficas en lo que a donaciones se refiere, tanto de empresas como de ciudadanos anónimos o a través de la celebración de conciertos y galas como la de Maldados.com, para las que Esther Seoane no tiene más que buenas palabras, y eso que algunos números eran un tanto ??picantes, pero peor es la injusticia de los que tienen dinero y aún quieren más?. La hermana incide en que ??nos vienen muy bien todos los alimentos que nos han traído? y cree que iniciativas como la de Maldados.com contribuyen a que se implique en la causa gente a la que, de otra manera, ??no se le ocurriría contribuir?. Este espíritu generoso y solidario de las Hijas de la Caridad y de todos cuantos colaboran con la institución es lo que permite que la Cocina Económica siga funcionando más de un siglo después de su fundación. Fue el 24 de julio de 1891. El primer plato que se sirvió lo degustaron el alcalde y el obispo de la época. Era bacalao con patatas para respetar la vigilia en la víspera del día de Santiago.
DIARIO DE AROUSA, 11/12/11
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