Todas las formas de comer lamprea.
Este año se servirán alrededor de 600 raciones de lamprea.
«Canto máis se fale da lamprea, mellor para o sector que se dedica a súa captura». Con esa «opinión personal» zanjó ayer el alcalde de Pontecesures, Álvarez Angueira (BNG), la polémica surgida en torno al nacimiento en Padrón, de unas jornadas de exaltación de un producto íntimamente ligado a Pontecesures. Coinciden estas, el fin de semana del 13 al 15 de marzo, con la primera edición de una ruta de tapas con la que esta localidad pretendía redondear la que será la vigésima edición de su fiesta gastronómica por antonomasia.
Tapealamprea es el nombre de un proyecto que parece haber ilusionado a los hosteleros cesureños. En total, son 18 los establecimientos de la localidad que han querido sumarse a un proyecto que incluye premios tanto para los cocineros -la mejor tapa se llevará un diploma- como para quienes se decidan a darse un homenaje a base de pequeños bocados de este pez. A dos euros la tapa, será necesario consumir cinco en otros tantos locales para participar en un sorteo de premios de 50, 30 y 20 euros.
Con Tapealamprea, Pontecesures abre boca para la fiesta, que se celebrará el día de San Lázaro, el 22 de marzo. Ese día, a las diez y media de la mañana un pasacalles anunciará que es día de parranda y comidas familiares. A mediodía, en el Concello, Anxo Angueira, presidente de la Fundación Rosalía de Castro, leerá el pregón. Y media hora más tarde, en el entorno del puerto, arrancará la degustación de lamprea a la bordelesa. La ración, compuesta por tres pedazos de pescado, arroz, picatostes y bebida, costará 10 euros.
A la una, en el recinto volverá a sonar la música tradicional de mano de grupo Xarandeira. Y a las tres y media de la tarde, cuando toca pensar en la sobremesa, el dúo Máster cogerá la batuta para animar la digestión. Durante toda la jornada, y como viene siendo habitual, habrá una exposición de lampreas vivas para que los más curiosos puedan ver a este «primitivo membro da fauna fluvial galega», según lo definió, en 2006, Francisco Fernández del Riego.
La Voz de Galicia
0 comentarios