El bipartidismo se atrinchera en Valga.
Miembros del PP y al fondo del PSOE en una sesión plenaria de Valga.
Poco después de las anteriores municipales, el Bloque celebró su XIII Asamblea Nacional en medio de una profunda división interna que desembocó en el nacimiento de otras organizaciones como Anova y Cerna. Esta situación también se trasladó a pequeñas localidades como la de Valga, donde hubo una importante baja de militantes, entre ellas la del único concejal que había conseguido en los comicios, Xosé Manuel López, Peque. No obstante, nunca tuvieron ansias de continuidad y, de hecho, el edil y la coalición acordaron mantener el acta en su poder por respeto a los ciudadanos que depositaron su confianza en la fuerza nacionalista. Así, en estos últimos comicios y tras muchos años de concurrencia, el Bloque desaparece del ruedo electoral, incapaz de aunar nuevos aspirantes y dejando a Valga a merced de ese bipartidismo PP-PSOE, repudiado por una amplia mayoría social y que la convierte en la excepción de estos tiempos convulsos, pues en prácticamente todos las localidades limítrofes y más allá, la oferta electoral ha variado bastante, pero el Ulla-Umia no es el hervidero de mareas que se vive en otras zonas.
Así, la única novedad para los electores valgueses será la candidata socialista, María Ferreirós, que se enfrentará al popular José María Bello Maneiro, que suma 16 años de gobierno con mayorías absolutas encadenadas. Los tres partidos tradicionales también son la única opción en Catoira y repiten en el resto de las localidades del Ulla-Umia. En los otros cuatro municipios hay listas de grupos independientes, pero ninguna directamente impulsada por las mareas ciudadanas como Somos Maioría o mismo Podemos, que no han cuajado, por ahora, en esta zona y a diferencia de la comarca de O Salnés u O Barbanza, donde triunfan.
Unión excepcional en Portas
El escenario político actual ofrece variedad, pero la única apuesta relativamente nueva es la de Veciñanza de Cuntis (es una coalición con participación de Anova). El resto son partidos nacidos al calor de la política local que repiten bastantes nombres y caras. El caso más llamativo es el de Portas donde el expopular y actual alcalde, Roberto Vázquez, fundó Veciños Unidos de Portas (VUP), que incluye a miembros de su actual equipo de gobierno y algunas caras nuevas.
La situación en esta localidad ha sido, en resumen, pasar de un clásico a la efervescencia. El partido que lo expulsó se presenta, pero deberá enfrentarse a la unión de BNG, PSOE e Independientes ??bajo las siglas del primero?? que decidió hacer frente común con el objetivo de poner fin a dos décadas de gobierno conservador.
Así, Portas no engendró mareas, pero sí encarna el espíritu de este tipo de agrupaciones de quieren ser alternativas a lo que llaman los de siempre. Algo similar sucedió en Moraña donde la unión de los socialistas y la Agrupación AME ha rebajado las opciones de los electores de cinco partidos a cuatro. También baja el número en Pontecesures donde, a pesar de ser una localidad pequeña en población, políticamente es muy activa y es donde mayor oferta hay, aunque baja: Cinco grupos, frente a los siete de 2011. Esto responde a la retirada de los independientes API y la agrupación ACP, encabezada por Luis Ángel Sabariz que se marcha tras 16 años de gobiernos y oposición, poniendo fin a una etapa encarnizada en la política cesureña y de la que también es protagonista el regidor, Luis Álvarez Angueira, quien también lo deja.
Por último, en Caldas jugarán las cuatro fuerzas que asistieron a las últimas, pero el PP concurre con nuevo alcaldable y una candidatura renovada casi al 50%, con aspirantes que irán por primera vez. El BNG también cambia a casi toda su lista, por las mismas circunstancias que en Valga, pero se presenta con Iñaki Fernández, que ya fue concejal.
Diario de Arousa
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