Tarela pide «unidade e traballo arreo» al tripartito de Pontecesures.

Publicado por Redacción en

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Cuando recogió el bastón de mando de manos de Luís Álvarez Angueira, Cecilia Tarela tuvo que hacer grandes esfuerzos para dominar su emoción. No solo acababa de ser investida alcaldesa de Pontecesures, su pueblo -«para min é toda unha honra»-, si no que recogía el símbolo de su nuevo poder de manos de su mentor político, Luís Álvarez Angueira. Honor sobre honor.

Para conquistar el gobierno, el BNG de Tarela había pactado con la Terra Galega de Ángel Souto y el PSOE de Roque Araújo. El acuerdo se cerró el pasado jueves y se concretó ayer cuando, pasadas las doce del mediodía, los portavoces de ambas listas renunciaron explícitamente a la alcaldía y alzaron la mano para aupar hasta ella a la concejala del Bloque. Sujetando sus nervios, Tarela juró su cargo y recogió el bastón de mando que le ofrecía Angueira. Luego, a la hora del discurso, la ya alcaldesa felicitó a todos los integrantes de la nueva corporación. Pidió a sus socios de gobierno «unidade e traballo arreo» para defender los intereses de los cesureños. Y a los partidos que se quedan en la oposición -el PP de Juan Manuel Vidal Seage e IP de Maribel Castro-, que sean capaces de dejar atrás «personalismos» para lograr las mayores conquistas para la localidad.

Superado el momento del discurso, aún azorada por la emoción propia y la de sus familiares y amigos, la alcadesa se olvidó de dar por rematado pleno. Fue Angueira, sentado en primera fila, el que le indicó que «tes que levantar a sesión». Y así finalizó un acto en el que no faltaron las anécdotas. Empezando por los problemas que al inicio de la sesión planteó la megafonía de la sala y que tuvo que solventar la propia Tarela, y siguiendo por el lapsus de Maribel Castro, presidenta de la mesa de edad. Cuando tomaba juramento al número dos de TeGa, a punto estuvo de nombrarlo alcaldesa. «Alcaldesa tamén me valía», respondió él con humor antes de, una vez corregido e juramento, pronunciar una sonora promesa de respeto al cargo que ayer estrenaba.

Luís Álvarez Angueira, el alcalde saliente, evitó en todo momento robar protagonismo a su sucesora en el cargo. Y eso que se marcha de la corporación tras 24 años en ella. Felicitó y saludó a todos los nuevos concejales y les deseó todos los éxitos posibles. A fin de cuentas, serán éxitos para los cesureños. Luego se mezcló entre el público y confesó que, una vez libre del bastón de mando, «ata parece que se respira mellor».

La Voz de Galicia


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