Cinco concellos arousanos pagan a sus proveedores antes del plazo de treinta días.
La nueva normativa sobre morosidad establece que las entidades públicas deben pagar a sus proveedores antes de treinta días. Pero ajustarse a este plazo le está costando a las distintas administraciones públicas. En Arousa, la situación no es diferente y solo cinco municipios cumplen con lo establecido. Se trata de Vilagarcía, Meaño, Ribadumia, Valga y Pontecesures. En el polo opuesto de esta balanza están los más morosos. Una clasificación que encabeza, y a mucha distancia de sus inmediatos seguidores, el Concello de Vilanova. Y es que este tarda 196 días en hacer frente a sus facturas.
El informe del Ministerio de Hacienda sobre la morosidad de los concellos establece que, a 31 de diciembre del pasado ejercicio, las arcas de los municipios arousanos adeudaban en total 7,7 millones de euros a sus proveedores. Pero la situación de endeudamiento difiere mucho según la localidad en cuestión. En Pontecesures, por ejemplo, no tenían a finales del pasado año ninguna factura pendiente de pago. En Vilanova, en cambio, adeudaban más de 2,3 millones de euros, siendo el municipio que más dinero debe con diferencia. Le sigue Vilagarcía, ciudad que triplica su número de habitantes, con 1,6 millones de euros. Más de un millón adeuda también Cambados, mientras que las deudas de O Grove rondan esa cifra, 962.696 euros. En el entorno de los seiscientos mil euros se quedan Valga y Meis. Meaño y Ribadumia, por su parte, disfrutan de una situación mucho más holgada y solo tenían pendientes de pago 100.849 y 39.463 euros, respectivamente.
En ese último trimestre del año, los concellos también invirtieron 7,6 millones en pagar a sus proveedores. La mayoría gastó más en saldar sus deudas de lo que dejó pendiente de pago. Excepto Vilanova. Solo abonó 751.592 euros, a pesar de que las facturas pendientes superan los dos millones. Esa misma cantidad es la que destinó Vilagarcía a pagar a sus proveedores durante el último trimestre del año.
Así las cosas, la mayoría de las localidades arousanas incumplen los plazos de pago previstos por la normativa. Vilanova tarda 196 días en abonar sus facturas y Meis 78. Cambados y O Grove necesitan 45 días. Entre los que cumplen el que mejor comportamiento tiene es Ribadumia. Cerca de cuatro días tarda esta administración en atender los requerimientos de sus proveedores. Algo más se demora Vilagarcía, hasta los siete días. En Pontecesures y Meaño las facturas se abonan en quince días, mientras que en Valga la demora es de 24 jornadas.
La mancomunidad de O Salnés es otra de las Administraciones que incumple la regulación del pago a morosos, según los datos del Ministerio de Hacienda. Tarda más que buena parte de los concellos, 104 días, en saldar sus deudas y tiene pendiente de pago algo más de 600.000 euros.
La Voz de Galicia
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