Recupera la normalidad tras una Pascua muy deslucida.
Padrón vuelve a la normalidad tras las fiestas de la Pascua, marcadas como pocas veces por el mal tiempo: lluvia y viento que incluso provocaron la suspensión de la verbena del día grande, el domingo. Ayer y hoy son días para que las atracciones desmonten sus aparatos. Este colectivo fue uno de las grandes perjudicados de las fiestas, que ni en Pascua ni en Pascuilla invitaron a disfrutarlas a causa del mal tiempo, que algunos achacan a que la cita coincidió este año muy pronto en el calendario.
Mal tiempo, finales de mes en Pascua y, para algunos, necesidad de renovación del cartel festivo. Son razones que suman para que las fiestas no lucieran como se esperaba, salvo el Jueves Santo, día en el que Padrón se llenó de gente, con terrazas llenas y colas en las atracciones y las pulperías. El Viernes Santo casi fue un día perdido a causa de la lluvia, que dio una tregua en el Domingo de Pascua, por la mañana y parte de la tarde, hasta que el viento y la lluvia impidieron la celebración de la verbena. Aún así, el alcalde de Padrón, Antonio Fernández, destacó ayer que «romeiros, festeiros, gandeiros e pascueiros disfrutaron estes días da capital do Sar, da súa riqueza histórico-artística e, por riba de todo, da nosa hospitalidade».
También en Pascuilla el mal tiempo afectó a la fiesta de modo que, por ejemplo, el sábado una de las orquestas no pudo actuar debido a que el viento le rompió las lonas del escenario. Y el domingo un problema técnico causado por la lluvia provocó que el concierto de homenaje a la banda irlandesa U2 empezara con dos horas de retraso lo que, además, derivó en que el pase de las orquestas se demorara.
Por el mal tiempo, la afluencia de público fue considerablemente menor a lo esperado y deseado, sin contar la dificultad para celebrar distintas actividades y para trabajar las atracciones y barracas de feria. Las que sí trabajaron fueron las pulperías, pero quizás también menos de lo esperado.
En la hostelería hay quien apunta a una «mala» organización de las fiestas, más allá del tiempo inestable. Pero también hay quien habla de que «non sei como se traballou tanto co mal tempo que estivo». «A choiva estragou a Pascua, pero non imos chorar; hai que seguir traballando día a día», añade esta misma persona del gremio.
La Voz de Galicia
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