El jocoso derbi asnal ya es un evento de multitudes en Padrón.
El público se agolpó en el circuito en rúas del centro histórico.
Nunca vivió Padrón un derbi asnal tan animado como el de ayer por la tarde, cuando dieciséis animales tomaron la salida en el circuito por calles del centro histórico de la localidad, en el que se agolparon los espectadores para presenciar la divertida competición, salpicada de «accidentes» por los asnos en ocasiones incontrolables para sus jinetes, lo que llegó a provocar algún pequeño susto.
Al final, el ganador de este evento, uno de los más esperados y multitudinarios del extenso programa festivo del Santiaguiño do Monte, fue el asno bautizado como Melendi, seguido de Dinamita, ambos propiedad de una ganadería de Abegondo. El tercer puesto fue para O Chulo, de Pontevedra.
La concejala de Cultura del Concello de Padrón, Lorena Couso, no ocultaba su satisfacción por el éxito de este evento, que año tras año gana adeptos, y eso que en esta ocasión se dieron finalmente de baja tres de los asnos inicialmente inscritos. Pero el éxito de público, padroneses y cientos de personas llegadas de otras localidades, ha ido en aumento año tras año hasta alcanzar, como ayer, una dimensión que abarrotó el centro de la villa rosaliana.
Lorena Couso hizo extensible este mismo éxito al evento Asnot, paralelo a la celebración del derbi asnal, que pretende darle un brillo glamuroso a la carrera de burros, salpicando de pamelas y sombreros de copa la celebración, tanto en el circuito de la competición asnal como en los locales hosteleros de la localidad, que en esta edición, la tercera de esta celebración social inspirada de algún modo en el ambiente de las tradicionales carreras de caballos de Ascot, en Inglaterra, han sido más que nunca. La iniciativa fue de O Rincón, pero en esta edición se han sumado varios establecimientos con la colaboración de la Asociación de Empresarios de Padrón, Rois y Dodro.
En el «circuito» hostelero se vieron no solo pamelas y sombreros de copa, también fracs y tiros largos para vivir la carrera de burros de una forma original y divertida. Para animar la participación, los bares participantes sortean premios entre las personas que asisten caracterizadas a su llamada, para lo cual recibieron una rifa con cada consumición, y los premios son una noche de hotel para dos personas, una cena para dos comensales y una cesta típica con productos de la zona.
Como en toda carrera que se precie, tampoco en el derbi asnal podían faltar las apuestas, pero con el límite de un euro.
La Voz de Galicia
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