La celebración del Bicentenario culminó con la batalla campal de A Saúde
A cañonazo limpio trataron de defenderse los franceses de las Alarmas campesinas en Casal de Eirigo, en la también conocida como Batalla da Saúde, refriega en la que perdieron la vida medio millar de militares napoleónicos y sólo cincuenta labriegos gallegos. A las tres en punto de la tarde de ayer culminó la recreación de aquel combate justo en el momento en que las tropas francesas se rindieron debido al coraje y estrategia de la Alarma que dirigía el comandante burgalés García del Barrio. ?sta es una de las primeras representaciones sobre la Guerra de la Independencia.
El entorno de la capilla de la Virxe da Saúde, en Casal de Eirigo (Valga), se convirtió de nuevo, dos siglos después, en el escenario de la batalla que las Alarmas (agrupaciones de cien campesinos a la orden de un sargento y un cabo, creadas tras la Batalla de Rande de 1709) libraron contra el invasor Ejército napoleónico.
Un total de quinientos soldados franceses y cincuenta labradores gallegos fueron las víctimas de aquel cruento combate que sirvió para doblegar a las tropas galas que avanzaban desde Santiago a Vigo.
A partir de la una de la tarde comenzó el acto central de un fin de semana en el que se conmemoró la efemérides, una de las primeras que se llevan a cabo en Galicia para celebrar el Bicentenario de la Guerra de la Independencia.
La conmemoración ha permitido conocer también un nuevo acontecimiento ocurrido en aquellos años cuando en la singagoga de Cordeiro (también en Valga) fue atacada una avanzadilla francesa a la que se atribuye la quema y destrucción de Vilagarcía de Arousa, como relató ayer el alcalde de la localidad, el popular José Manuel Bello Maneiro.
En esta primera fiesta histórica del Bicentenario se trató de honrar a quienes dieron su vida por Galicia y por España, e incluso se guardó un minuto de silencio en su memoria y, ante el cruceiro, se llevó a cabo la ofrenda floral por sus almas.
La asociación provincial del Bicentenario pretende celebrar más actos similares en otros lugares de la provincia, entre ellos, las Ruínas de Santo Domingo, en Pontevedra, y también en Pontesampaio, esta última los días 5, 6 y 7 de junio.
La ceremonia de ayer comenzó a la una de la tarde con una misa campestre, seguida de la formación del Ejército francés y las Alarmas, a cuyo término se llevó a cabo la batalla campal.
La ceremonia también se nutrió de otros actos como el izado de banderas de Inglaterra por la alcaldesa de Pontecesures, Maribel Castro; de Francia, por el anterior alcalde de Valga; de Portugal, por el teniente de alcalde de la localidad, Gonzalo Romay; la de Europa, a cargo del vicepresidente de la Diputación, José Juan Durán; de Galicia, por el franciscano Padre Isorna; y de España, por el actual regidor de la localidad, José María Bello Maneiro.
Tras ello se celebró la ofrenda floral en la que participaron, tras las tropas de gala, el alcalde y el vicepresidente de la Diputación.
Al término de estos actos, tras el redoble de tambores y las salvas de fusil, atronaron los bombazos de cañones, situados en dos extremos de la finca en la que se desarrolló la Batalla da Saúde. Sobre las tres de la tarde, las numerosas personas asistentes al espectáculo histórico fueron liberadas para ir a almorzar. Por la tarde continuó la fiesta.
Escopetas y cañones contra galletas y chuzos
Los disparos de fusiles, escopetas y cañones, el ruido de sables y espadas, se mezclaron con el más sordo sonido de las ??galletas?, los ??chuzos? y palos que empleaban los campesinos que hace doscientos años se enfrentaron a las bien preparadas tropas napoleónicas.
Pero los rudimentarios instrumentos de las Alarmas fueron suficientes para vencer muchas de las batallas que se libraron contra los franceses.
Pese a todo, hubo muchas bajas que ayer se recordaron en Casal de Eirigo, por quien se rezó una oración y se guardó un minuto de silencio.
Las autoridades locales recordaron ayer la valentía de aquellos hombres y mujeres que con escasos recursos fueron capaces de hacer frente a un poderoso Ejército como el Napoleónico con el único fin de defender a Galicia de la invasión.
Todos estos acontecimientos históricos han quedado perfectamente dibujados en el escenario recreado este fin de semana, tanto con el cementerio como en la exposición dentro de la capilla.
FARO DE VIGO, 27/04/09