Pontecesures pide a la Xunta que limpie y tome medidas de seguridad en la parte del canal que está fuera de servicio.

El Concello de Pontecesures ha remitido un escrito a la presidenta de Augas de Galicia solicitando la limpieza de la zona del canal de suministro de agua potable a Pontecesures, así como la colocación de una barandilla en la pista del Camiño Portugués que cruza por arriba, «pois hai un perigo evidente de caída dalgunha persoa ou vehículo», según explica el concejal de Relacións Institucionais, Luis Ángel Sabariz.
El Concello ya se dirigió en febrero del 2009 a la Xunta, con el anterior gobierno bipartito, para solicitar una serie de actuaciones en el canal a Pontecesures, tales como sellados parciales para evitar fugas de agua y cubrición en algún punto que está descubierto.
En mayo del año pasado, ya con el PP en el Gobierno de la Xunta, el tripartito cesureño retomó el tema exponiendo personalmente la situación a la presidenta de Augas de Galicia. En febrero de este año, técnicos de este departamento visitaron Pontecesures con el fin de informar sobre el estado del canal y las obras que precisa.
Sin noticias
«Pois ben, non temos nova algunha sobre a nosa petición, e observamos con preocupación como o tramo da canle fóra de servizo que vai paralela ao Camiño Portugués, e que serve para recoller as augas pluviais procedentes da zona alta da AP-9, está en completo estado de abandono, con maleza, escombros de obra e desperdicios de todo tipo».
«Dáse moi mala imaxe aos numerosos peregrinos que nos visitan, hai un problema de salubridade con malos cheiros na zona e incluso hai risco de que cando veñan as choivas, a auga supere o nivel da canle e se provoquen asolagamentos», según explica Luis Ángel Sabariz.

LA VOZ DE GALICIA, 17/08/10

Denuncian vertidos incontrolables en un canal aledaño al Camino Portugués.

El canal acumula maleza y desperdicios por lo que es un foco de malos olores.

El gobierno local de Pontecesures no puede más y ha decidido remitir una nueva carta al departamento de Augas de Galicia. Sus quejas acerca de un canal que discurre aledaño a un tramo del Camino Portugués se remontan a años atrás, pero la proliferación de peregrinos en este enclave a lo largo de este Ano Xacobeo fuerza aún más a la búsqueda de una solución inmediata.
Según el gobierno local el epicentro del problema se encuentra en un canal que ya no está operativo y que va desde la calle Doctor Mosquera de Pontecesures hasta el límite con Valga. La zona señalada está en un completo estado de abandono, con maleza y acumulando escombros de obra, además de servir de basurero perfecto para escombros de todo tipo. Las consecuencias, según el gobierno local, son muy claras. Insisten en que aparte de ser un foco de insalubridad, el entorno provoca una mala imagen para los miles de peregrinos que día a día recorren este tramo del Camino a Santiago.

Y es que para Pontecesures la solución está clara. Creen que lo mejor es que en el citado canal la entidad Augas de Galicia ejecute unas obras que permitan que se cubra totalmente, evitando de esta forma que se produzcan vertidos que derivan además en muy malos olores, mucho más potentes sobre todo durante épocas de altas temperaturas.

Conscientes de que la Xunta de Galicia podría retrasarse en estas obras altamente demandadas, desde el gobierno local proponen que, al menos y para solventar la situación de forma puntual, se ejecute la limpieza integral del citado canal con la colocación a posteriori de una varanda en la pista del Camino Portugués que pasa justo por arriba. El Concello considera que tal y como está el lugar en estos momentos existe el peligro esplícito de que tanto alguna persona como algún vehículo puedan caerse al canal. Esta no es la primera vez que el Concello solicita a la Xunta las citadas actuaciones.

DIARIO DE AROUSA, 17/08/10

El Camino Portugués carece de arcenes y pasos para peregrinos.

El Camino que pasa por Lisboa, las orillas del Miño y Tui no está tan masificado como el francés

El Camino Portugués, que arranca en Lisboa, es una ruta caracterizada por la insuficiencia de arcenes y de pasos para atravesar la vía del tren. Los peregrinos han de tener cuidado, ya que el asfalto vertebra buena parte del recorrido. A pesar de todo, los caminantes no han de preocuparse de los problemas de masificación de la ruta francesa y pueden evitar las carreras para conseguir alojamiento en albergues y polideportivos.
El último tramo de la ruta portuguesa, que comienza en el Milladoiro y pasa por el barrio de A Choupana y por Santa Marta, presenta zonas sin aceras que van aumentando a medida que se abandona Ames. Una tónica que se repite durante todo el itinerario luso. «Echamos de menos señalización que advierta a los conductores de que hay peregrinos», comentan Macarena y Aurora, dos madrileñas que comenzaron su peripecia en Valença. Al igual que estas dos peregrinas, muchos caminantes han de atravesar carreteras como la N-550 con sumo cuidado para no sufrir peligro. Los baches son otra de las constantes del trecho final del Camino Portugués, recorrido en algunos puntos por estrechos senderos por los que los romeros han de pasar en fila.
A pesar de estos inconvenientes no todo es negativo en la ruta lusa: aunque las condiciones son mejores en la francesa, el Camino está mucho menos transitado, por lo que los peregrinos encuentran hospedaje sin problema, la mayoría de las ocasiones sin tener que recurrir a polideportivos, y pudiendo dormir en albergues. «Es cierto que hay menos alojamiento, pero el viaje es mucho más tranquilo», dice Marga, una barcelonesa que repite la experiencia de la ruta jacobea.
A diferencia del Camino Francés, los albergues son menos numerosos y hay que recorrer varios kilómetros para encontrar un restaurante donde comer o un establecimiento en el que saborear un buen café. De hecho, en el tramo comprendido entre Milladoiro y Santiago, que abarca seis kilómetros, no se encuentran apenas cafeterías y mucho menos albergues en los que pasar la noche.
Los peregrinos, a pesar de las deficiencias del Camino Portugués, recorren el último tramo con alegría. Un trecho que no desorienta, ya que multitud de flechas adornan carreteras, muros y postes indicando la meta a Compostela.

LA VOZ DE GALICIA, 08/08/10

El remonte del Ulla de la Infanta Cristina y Urdangarín.

Los Duques de Palma posan con un grupo de amigos y la familia de Manolo Agrasar en el muelle de Cesures.

Sobre las once de la mañana de ayer partía de O Grove el catamarán Aquavisión II, capitaneado por el cesureño Manolo Agrasar, y con unos pasajeros muy especiales a bordo. Casi nadie lo sabía, pero en la villa meca acababan de embarcar la Infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, acompañados de varios amigos y familiares de este último y también de sus cuatro hijos, a los que se unió su sobrino, Froilán, primogénito de la Infanta Elena.
Continuando con su visita privada a Galicia, los Duques de Palma iniciaron así un recorrido por la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla que los llevó a atracar, unas tres horas más tarde, en el muelle de Pontecesures. Con la misma discreción con la que habían salido de O Grove, sin ningún tipo de revuelo y sin apenas gente esperándolos, más allá de algunos familiares del patrón del catamarán y los propietarios del bar Muelle. Todo parecía normal, de no ser por los siete u ocho guardaespaldas que vigilaban la zona y aguardaban la llegada de los Duques para garantizar que todo transcurría sin incidentes.

Durante el trayecto se quedaron fascinados con los paisajes de la Ría de Arousa, especialmente la Infanta, puesto que Iñaki Urdangarín ya había recorrido el año pasado esta misma ruta, también en un catamarán comandado por Manolo Agrasar y su padre, ya fallecido. ??Foi unha viaxe normal?, comentaba el patrón tras finalizar el remonte del Ulla. Mientras los mayores disfrutaban con las vistas, los niños hacían sus travesuras, subiéndose a los asientos y jugando. El catamarán se acercó hasta Areoso, donde unos arroaces irrumpieron de repente entre las aguas. La estampa maravilló al pasaje, que en esos momentos se encontraba en la cubierta.

Continuando la ruta, el Aquavisión II pasó ??pouco a pouco? por la isla de Cortegada, e hizo una pequeña escala en el puerto de Carril. Allí les esperaban para entregarles algunos víveres con los que saciar el apetito durante la segunda parte del viaje. Fue la madre de Manolo Agrasar, Lola, la que les acercó los manjares: empanadas de maíz de zamburiñas y berberechos y de trigo de bacalao con pasas, pollo y atún, elaboradas en la carrilexa Panadería Eugenio. ??Ni idea, hacemos muchas empanadas y no preguntamos para quién son?, comentaba por la tarde una responsable del establecimiento, que como la inmensa mayoría de los ciudadanos, ni se había enterado de que la Infanta Cristina había estado a unos cuantos metros de distancia.

También contaron con otros manjares, como mejillones y vino de la comarca, que degustaron en la parte interior del catamarán, en donde permanecieron ya hasta el final del recorrido. El remonte del Ulla resultó también espectacular a ojos de los peregrinos, con las vistas de la desembocadura del río, o las Torres de Oeste erigiéndose en sus riberas en Catoira. Sobre las dos del mediodía, el Aquavisión II atracó en una de las rampas del muelle de Pontecesures, la situada frente al Club Náutico, donde sólo unos pocos curiosos esperaban para ver a los Duques de Palma y a sus vástagos. Eran Lola, la madre de Manolo Agrasar, y algunos familiares más y los propietarios del bar Muelle, que tuvieron el privilegio de ser los únicos que conocían que la Infanta e Iñaki Urdangarín iban a hacer escala en el municipio. ??¡Qué diferencia de velos na televisión a velos en persona!?, comentaba la madre del patrón.

Un autobús recogió entonces al grupo de peregrinos que, después, hicieron parada en la localidad vecina de Padrón, donde el Duque de Palma peregrinó hasta el Monte Santiaguiño, en el se encuentra el montículo de piedras sobre las que predicó el Apóstol Santiago. Más tarde emprendieron camino hacia Compostela, donde esta mañana la Infanta tiene previsto asistir a la Misa do Peregrino, a las 12 horas.

DIARIO DE AROUSA, 07/08/10

El pabellón de Valga acoge peregrinos lusos.

Mareas de peregrinos llegan durante el verano a Valga y a Pontecesures, duplicando la labor de los voluntarios de Protección Civil de ambas localidades, que se encargan de velar por su seguridad durante su paso rumbo a Santiago.
Sólo ayer pasaron por estos municipios unos 1.400 peregrinos repartidos en varios grupos, entre ellos estaban unas 400 personas procedentes de Málaga y Córdoba que no se esperaban.
Los que sí tenían reserva fueron los 80 boys scouts de Oporto que llegaron ayer a Valga en dos grupos, dado que los mayores iban más rápidos que los niños.
Los portugueses fueron alojados en el pabellón de Baño, donde todo el grupo pudo pernoctar para continuar hoy la jornada rumbo a Santiago, donde ganarán el jubileo.

FARO DE VIGO, 04/08/10

Un incendio quema la madera de un molino en Valga.

Los voluntarios de Portección Civil y la Policía Local de Valga fueron alertados por el 112 sobre las 9:30 horas del día de ayer sobre un incendio registrado en un molino próximo a San Miguel. Unos peregrinos fueron los que dieron la voz de alarma porque el molino está muy cerca del camino. Las rápida actuación de los equipos evitó que las llamas se propagaran por el monte.

FARO DE VIGO, 04/08/10