Pontecesures: Tocando el cielo desde la estela del mar.

Pontecesures encierra en 6,7 kilómetros cuadrados retazos de la historia gallega y del dominio de las aguas ·· El municipio conserva blasones, cruceiros, un pazo, restos románicos y la confluencia de dos de los caminos xacobeos

La propuesta de viaje de esta semana pasa por conocer uno de los municipios más pequeños en extensión de Tierras de Santiago: Pontecesures. Llegar hasta él desde Santiago es sencillo y dista apenas treinta kilómetros. Basta con seguir la N-550 con dirección a Pontevedra o coger la AP-9 hacia la ciudad del Lérez (con salida en Padrón). En ambos casos el visitante se topará de frente con el municipio al atravesar el puente sobre el río Ulla.

Pontecesures es un concello interprovincial, el primero de Pontevedra (o el último, depende de como se mire), de apenas 6,7 kilómetros cuadrados, eminentemente urbano, pero con reminiscencias rurales, y con rango de ayuntamiento desde hace apenas ochenta años, cuando se independizó de Valga. La primera parada obligatoria es el muelle, desde donde en temporada de lamprea (de enero a abril ) se pueden ver decenas de embarcaciones tradicionales echando las nasas. En estas fechas, surcan las aguas del Ulla los piragüistas y aprendices de palistas. El recorrido se puede hacer a pie o en coche.

Desde el muelle se puede apreciar en toda su plenitud el puente interprovincial, construido en el siglo I, aunque sufrió importantes remodelaciones posteriores (la más importante en el S. XII por el Maestro Mateo). Pontecesures es un pueblo para pasear, salvo para acceder a los dos puntos estratégicos desde donde se otea toda la comarca del Sar (el mirador de Pino Manso, al que se accede desde la N-550 por el desvío del vial a A Estrada) o la impresionante vista de la confluencia del Ulla hacia la sierra del Barbanza (el mirador do Galiñeiro, al que se accede desde la N-550 dirección a Pontevedra por el desvío a Condide). Siguiendo el curso del Ulla, y a la altura de la Nestlé, se puede tomar un desvío que conducirá al visitante a uno de los núcleos más singulares cesureños: el barrio de Porto. Merece la pena perderse por sus calles estrechas y escudriñar sus recovecos.

El visitante se encontrará en las fachadas de numerosas viviendas Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Y es que los cesureños han sido y son gente de mar y han sabido convivir mirando al Ulla.

Desde ahí se puede ir andando hacia el centro del pueblo, viendo a su paso cruceiros como el de Porto, del s. XX, o el de Carreiras, de 1747. Merece la pena contemplar uno de los edificios más singulares de la arquitectura civil (situado en San Lois) como es el Alfolí, de estilo barroco (s. XVIII). Es un antiguo almacén de tabaco y sal, testimonio de la importancia que tuvo Pontecesures en su época al ser el único puerto autorizado para la descarga de la sal desde 1467. Hoy, el Alfolí se ha reconvertido en un establecimiento hostelero, pero conserva aún en su fachada el escudo borbónico.

También son de destacar el pazo da Cova (que vivió épcosa mejores) , situado en la rúa Carlos Maside o la casa grande de Porto de 1683. Entre las curiosidades destaca la serpiente de la fuente central del pueblo, el hito Xacobeo, inaugurado en 1966 con motivo de la Ruta Fluvial Marítima Xacobea, los azulejos de las fachadas de algunos inmuebles o las paredes de concha de otros.

En la parada cesureña, el caminante no puede perderse los lugares de Carreira, Infesta y San Xulián, por donde discurre una etapa del Camino Portugués. Y en el último de estos lugares, destaca la iglesia románica del S. XII, mandada construir por el obispo Xelmírez y el cruceiro de San Xulián, del XIV, que perteneció a la capilla de San Lázaro (hoy desaparecida), la cual y formaba parte del antiguo hospital de los Leprosos, situado en una calle paralela a San Lois.

Dónde comer ·· Hay múltiples posibilidades gastronómicas, desde locales de tapeo tan singulares como La Pía, hasta Casa Gómez, Carabela, Parrillada O Abrente, O Choco u Olivo, entre otras muchos.

Dónde dormir ·· No cuenta con oferta hotelera, por lo que hay que ir a Valga, Dodro o Padrón. Más información en www.pontecesures.org.

TIERRAS DE SANTIAGO, 24/07/07