Los alcaldes del Ullán se unen en defensa del tren de cercanías.

Los concellos de Catoira, Pontecesures, Valga y Padrón intentarán presionar para que la vía no muera cuando llegue el tren de alta velocidad (TAV).

El trazado del TAV entre Santiago y Vilagarcía incluye un viaducto sobre el Ulla entre Isorna (Rianxo) y Abalo (Catoira). Esto significa que la actividad ferroviaria desaparecerá en la actual vía férrea a su paso por la propia localidad catoirense, por Valga, Pontecesures y Padrón. Así lo confirmó el Ministerio de Fomento a alcaldes como el socialista Alberto García García, explicándole que la única solución para conservar los apeaderos existentes y la funcionalidad de su trazado férreo es que la Xunta y los propios ayuntamientos hagan algo, quizas la puesta en marcha de un tranvía o de un servicio turístico.

Esto es lo que lleva a los alcaldes y gobiernos directamente implicados a intentar formar un frente común de presión que garantice la existencia futura de un tren de cercanías, desde el convencimiento de que lo contrario puede causar enormes perjuicios económicos, sociales y empresariales a sus pueblos.

El miércoles que viene, a las 19,30 horas, se celebrará en la Casa Consistorial de Catoira una primera toma de contacto que puede ser el inicio de un largo proceso.

Se reunirán para intentar encontrar soluciones representantes de los gobiernos de Catoira, formado por el PSOE, con mayoría absoluta; de Valga, con el PP como claro dominador de la corporación; Pontecesures, donde gobierna una coalición de independiente, ex socialistas y conservadores; y el Concello de Padrón, mandado por socialistas e independientes.

Entre todos tratarán de dejar al lado las ideologías para defender «un interés común e indiscutible como la continuidad de las comunicaciones por tren entre la capital de Galicia y Vilagarcía sin necesidd de recurrir a la alta velocidad».

Pero además, como indica el concejal cesureño, Luis Sabariz, «se intentará implicar poco a poco a más concellos, a todo tipo de colectivos, y a la ciudadanía en general, pues lo justo para todos es que nuestros municipios sigan comunicados por tren con un servicio de cercanías digno para todos».

Hay también ex ediles, como el independiente catoirense José Antonio Catoira, que también se suman a esta demanda, y en su caso con la razón que le da haber advertido hace ya ocho años de la posible desaparición de la línea férrea actual y los efectos adversos de esa medida.

«Los alcaldes deben reunirse y defender un fin común en beneficio de todos los pueblos, pues el tren de alta velocidad estará a disposición de cuatro ejecutivos y no será, ni mucho menos, una solución para miles de estudiantes y vecinos de comarcas como O Salnés, Caldas y O Sar». Incide José Antonio Catoira en que «esto es responsabilidad de la clase política, y por tanto los políticos deben encontrar soluciones».

FARO DE VIGO, 12/10/07