Renfe dejará al Baixo Ulla sin su actual servicio con la retirada de la vía en el horizonte del 2012.
Los concellos de la comarca se han sumado al frente abierto por la plataforma Salva o Tren en contra de los planes de Fomento
El servicio directo de tren en los concellos del Baixo Ulla será cosa del pasado en el horizonte del 2012. Ese es el año que el Ministerio de Fomento maneja para la conclusión de las obras del AVE en el Eje Atlántico gallego. Y desde el departamento de Magdalena Álvarez lo dejaron meridianamente claro el pasado mes de octubre: con el AVE se eliminará la línea Vilagarcía-Padrón y, por ende, las paradas en Catoira y Pontecesures. Así pues, o alguien hace cambiar pronto de planes a Fomento, o el ferrocarril desaparecerá en breve de la lista de servicios de las localidades más allá del norte de Vilagarcía.
Y si no, que se lo digan a los viajeros que hasta hace bien poco se subían al tren en los tramos coruñeses de Amio-Oroso, Oroso-Gorgullos, Gorgullos-Cerceda y la variante de Boedo-Bregua-Uxes. Cuatro segmentos de unos 36 kilómetros de trazado cuyas vías han sido literalmente levantadas por el Adif, el brazo ejecutor de Fomento a nivel de infraestructuras. El modus operandi del Ministerio es tan rápido como contundente, con la retirada física de las actuales vías de la línea regional en cuanto entra en servicio el correspondiente tramo paralelo del AVE. El último ejemplo práctico, el de Gorgullos-Cerceda, en abril. Portas será, el próximo mes, la siguiente población borrada del mapa de paradas regionales de Renfe.
La situación ha movilizado a los alcaldes de Catoira, Valga y Pontecesures, que junto al de Padrón se reunieron a finales del 2007 con la conselleira de Política Territorial, María José Caride, para exigir el mantenimiento del actual trazado ferroviario y su aprovechamiento para una futura nueva línea de cercanías tras la entrada en servicio del AVE. Caride les transmitió entonces su «aposta por un servizo ferroviario de cercanías», al tiempo que les informó de que su departamento ya había pedido a Fomento que mantenga en servicio el actual trazado del tren.
Ante la falta de novedades desde entonces, los alcaldes solicitaron el pasado día 17 una nueva reunión con la conselleira, para la que siguen esperando fecha.
El regidor de Catoira, Alberto García, manifiesta que «o tren de cercanías é irrenunciable». Primero, por su impacto social, al ser «moitos os estudiantes que o usan, pero tamén usuarios que veñen da zona do Barbanza a collelo a Catoira». Pero también «polo seu potencial como recurso turístico». Dos elementos que destaca también el concejal de Obras de Cesures, Luis Ángel Sabariz Rolán, que echando una mirada a la cercana Portas destacó que «non nos podemos durmir neste tema».
Los concellos del Baixo Ulla se unen así al frente abierto por la plataforma Salva o Tren. Un movimiento surgido entre los usuarios de Portas e integrado en la actualidad por 14 colectivos sociales y sindicales de toda la Comunidad que reclaman un tren de proximidad, por fomentar la «seguridad, el desarrollo sostenible y la vertebración de Galicia». Su portavoz, Fernando Gómez, resume el panorama que, denuncia Salva o Tren, dibujan los planes de Fomento: «Es como si te hiciesen una autopista de peaje, te eliminasen la carretera y te dejasen sin salidas para las localidades intermedias».
Críticas al gobierno de Vilagarcía por su pasividad
Vilagarcía seguirá teniendo estación y servicio de tren tras la llegada del AVE. Y aunque el gobierno local no ve «ningún problema» en la creación de un servicio de cercanías, este no figura entre sus prioridades. Desde el Concello arousano se apunta que su apuesta pasa «por una sola vía, y no dos, convirtiendo la actual en una senda verde». Desde Salva o Tren, Fernando Gómez critica la actitud del gobierno vilagarciano. «Se ve que está muy concentrado en el AVE, y no debe tener mucha preocupación por lo demás».
LA VOZ DE GALICIA, 29/06/08
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