Un incendio en una vivienda de Pontecesures provoca heridas a cuatro miembros de una familia.
Cuatro miembros de una familia tuvieron que ser ingresados ayer con quemaduras de diversa consideración tras ser víctimas de un incendio en su casa de Pontecesures. Ocurrió pasadas las dos de la tarde, cuando vecinos de la calle Agro do Muíño dieron la voz de alarma, advirtiendo al 112 de que en una casa que estaba ardiendo había varias personas atrapadas. Todo indica que las heridas fueron causadas por la explosión de una lata de gasolina.
No tardaron en llegar al lugar del suceso los voluntarios de la agrupación local de Protección Civil, que entraron en el primer piso de la vivienda, de donde salía el humo, y procedieron a apagar el fuego, dado que no vieron ninguna persona en la zona afectada. «En realidad tampoco había mucho fuego (indicaron después), más bien los restos de una deflagración. Lo único que ardía era una puerta». Por eso, cuando llegaron los refuerzos de otras agrupaciones de Padrón y Valga ya no había llamas. Con un extintor se sofocó el fuego que había quemado la puerta de la cocina, que es donde se supone que se originó el incendio.
Fue entonces cuando los voluntarios oyeron cómo alguien pedía auxilio desde el piso de arriba, donde está el desván de la casa. Los socorristas se hicieron con una escalera y subieron para rescatar a un hombre y a un niño pequeño, de tres o cuatro años, que sufrían quemaduras, aparentemente de carácter grave. «El niño, de cintura para abajo, estaba totalmente quemado», recordaban los voluntarios tras el rescate. «Luego nos enteramos de que otras dos personas habían salido de la casa antes de que llegáramos, una incluso saltó por la ventana».
Tres de los heridos fueron trasladados al Clínico de Santiago, y el cuarto (un varón adulto, que era el que se encontraba más grave) en helicóptero a la unidad de quemados del Hospital Universitario da Coruña. Son cuatro miembros de una familia: María Dolores Pardal, de 46 años, sus hijos Cristina y Marcial Lorenzo (el más grave de todos ellos) y su nieto de corta edad, hijo de Marcial. En la casa viven al menos otras dos personas.
LA VOZ DE GALICIA, 27/08/08
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