Solar apuesta en su pregón de Pascua por el reconocimiento a sus convecinos.
Solar Boga saludando al público desde el balcón del Concello padronés
Pascua pasada por agua. Ese es el pronóstico que le augura a los grandes festejos padroneses, que ayer arrancaron oficialmente con el singular y emotivo pregón del médico padronés Alfonso Solar Boga, un personaje entrañable del municipio, vinculado al mundo de la cultura y deporte de la capital del Sar. Su pregón, como era de esperar, brilló por el reconocimiento social a sus convecinos.
El reconocido pediatra llevó su discurso a la época de su infancia, con un hilo argumental basado en el recuerdo y en la emoción, un pretexto que le sirvió como punto de partida para «hablar de la gente de Padrón», y de personajes de la villa, muchas veces anónimos, a quien les dio las gracias. También evocó momentos, situaciones y clubes locales, como el Hockey Santo Domingo, el cine Latorre o la Esquina de los vagos. Loó la «visión sencilla del paso de la vida por Padrón», una villa que el pediatra lleva muy dentro.
Treinta años manteniendo vivas las ilusiones en los más pequeños tras el traje de rey mago le han valido a Solar Boga para, desde el balcón presidencial, continuar encendiendo la llama de la ilusión y la magia. No en vano, sigue creyendo, como muchos otros padroneses, que «el arco iris que se esconde detrás del monte Meda es un espectáculo fascinante, y que detrás de sus colores se esconde el paraíso». Su pregón, sencillo y marcado por el ritmo del corazón, no defraudó y llevó al respetable a aplaudir con entusiasmo al orador.
Pero la fiesta, aunque de marcado carácter deportivo ayer, arrancó por la mañana. Las dos citas del día: el campeonato gallego de canicrós (20 participantes) y el clásico maratón de Pascua (más de 700 atletas), que ayer cumplía su trigésima edición, reunió en el casco urbano a cientos de competidores y familiares, pese a que la lluvia amenazó con aguar el festín.
EL CORREO GALLEGO, 12/04/09
0 comentarios