Las humedades de un ático nuevo en Padrón desesperan a los propietarios.
La familia estrenó el piso hace menos de un año y ya desea abandonarlo debido a los problemas que tiene
Hace solo unos meses que el matrimonio formado por Alejandro Castro Rodríguez, de 56 años, y María José Estévez González, de 55 años, viven en su nuevo piso de Padrón, concretamente un ático del edificio Campo de A Barca, pero el tiempo fue suficiente para que hablen de que están hartos de vivir en él. Cuando lo compraron, en agosto de 2007 y en construcción, a María José le enamoró la claridad que iba a tener en un espacio en concreto, la cocina, después de vivir en un piso del centro de Padrón en el que dicha estancia daba al patio de luces.
Pero fue empezar a llover en enero y, con ello, comenzar el calvario de esta familia que asegura que «non podemos ter nada» en su casa, en alusión a que se le estropea debido a la humedad. O más que eso. En el salón, las grietas en las paredes, la pintura descolorida e incluso caída, así como un agujero a la altura del radiador, evidencian las deficiencias de la estancia, que los propios inquilinos atribuyen a un posible defecto en el tejado. «Cando chove moito, a auga corre pola parede abaixo e chega a facer un charco no medio do salón, como se fora na rúa». Por este motivo, al matrimonio ya se le estropeó el sofá.
Mención especial merece para ellos el gran ventanal por el que entra la luz que tanto le gustó a la mujer. En la parte superior de la estructura de aluminio, se pueden ver la marcas que evidencian que el agua corrió por la ventana abajo. «? unha vergoña», dice la propietaria quien asegura que tiene miedo de que la ventana se le venga abajo. Habla de que avisó en varias ocasiones al constructor para que le revisara las deficiencias y las subsanara, aunque sin éxito hasta hoy. Desesperada, la familia decidió acudir a la prensa ya que se pasó el invierno resfriada debido a la humedad que ni siquiera la calefacción es capaz de disimular, pese a que un mes pagaron casi 300 euros de consumo. «Así non podemos seguir», explica la titular del piso, quien se planteó dejar de pagar la hipoteca y abandonar su casa casi recién estrenada.
El problema de humedades que tiene esta vivienda, según denuncian sus inquilinos, podría extenderse a otras zonas del edificio. El presidente de la comunidad de vecinos remitió con fecha 1 de diciembre de 2008 una queja a la Consellería de Vivenda en la que exponía una serie de deficiencias, entre ellas «humidades internas». Asimismo, la comunidad contrató a un técnico que ya realizó un informe pericial de las deficiencias en la zonas comunes y ahora está pendiente de que inspeccione aquellas viviendas que así lo solicitaron. Además, el propietario de otro de los áticos también dirigió una reclamación al Instituto Galego de Consumo.
LA VOZ DE GALICIA, 30/04/09
0 comentarios